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jueves, 23 de abril de 2020

LIBROS, LIBROS....



     Este año el Día del Libro es especial, y esperemos que no vuelva a serlo por las actuales circunstancias.

     Los más afortunados en estos días de aislamiento, hemos tenido tiempo para estar con los nuestros y sobre todo con nosotros mismos. 

    Hemos parado o al menos bajado el ritmo, vuelvo a decir que los afortunados que han podido hacerlo, y nos hemos dado cuenta que no es necesaria esa urgencia por vivir, que podemos y debemos frenar y disfrutar el momento.

    Todos hemos podido reflexionar sobre la situación y extraer muchas enseñanzas de las que hablaremos cuando acabe. Pero ya es evidente la certeza de que somos vulnerables y que poca cosa controlamos en la vida, empezando por nosotros mismos. Que todo cambia a cada segundo y que no debemos aferrarnos a nada, porque nada nos pertenece y en un instante nos puede ser arrebatado. Y por eso es importante valorar el presente y la presencia de los seres que amamos sea cual sea nuestra relación con ellos. También ser humildes y dar las gracias por no formar parte de las muchas personas a las que esta pandemia les ha pillado sin recursos, o les ha afectado de una manera u otra la enfermedad, e incluso que han fallecido. Además hemos de agradecer y valorar en su justa medida lo que muchos profesionales y voluntarios hacen por todos, y el poder colaborar cada uno de nosotros dentro de nuestras posibilidades.


     Si hemos practicado la meditación o cualquier otra actividad consciente, como la practica profunda de nuestro apreciado Camino del Karate, habremos intentado ponernos frente a nosotros mismos, ese gran desconocido, buscando una mente clara y ecuánime para darnos cuenta de lo que pasa al margen de manipulaciones partidistas, teorías conspiratorias mundiales, falsas noticias y opiniones sin fundamento. Somos disciplinados, con afán de superación y mejora personal, y eso es básico para afrontar el futuro con optimismo en vez de con negatividad y preocupación, actitud esta siempre inútil.

     Hemos retomado los libros, aunque algunos nunca los olvidamos. Pero cuidado, estos nos proporcionan solo información, que no es saber y mucho menos sabiduría. Ni siquiera es educación o comunicación. No basta con leer, hay que asimilar con tiempo las historias, reflexiones o tesis que los libros nos ofrecen y ser capaz de comunicar lo aprendido. Después hay que llevarlo a la práctica. No nos movemos por la teoría, nos movemos por la práctica y la práctica induce al cambio. Si nuestra práctica no cambia nuestra actitud hacia la vida de manera positiva, ¿de qué sirve? Siempre decimos que lo que aprendemos en el Dôjô hay que trasladarlo a la vida; pues ahora debemos demostrarnos que no son palabras vacías.


     Al menos en esta ocasión la lectura nos ha reunido desde la distancia, y hemos compartido los libros que en este momento nos ocupan y de los que seguro que extraeremos siempre alguna enseñanza. 

     Pronto reanudaremos nuestra cotidianidad, será complicado y difícil, pero también un reto, algo nuevo que si lo aprovechamos puede que insufle nueva vida a nuestras vidas, además de una perspectiva menos material de ella.

Antonio Ávila


Gracias por la colaboración de mis alumnos/amigos de Karate-dô y Chikung.












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