Las fiestas navideñas y el comienzo de un nuevo año, nos ofrecen valiosas oportunidades de celebrar especiales acontecimientos en los que compartir experiencias y estrechar lazos de amistad y compañerismo.
En el almuerzo navideño hacemos partícipes a nuestras parejas de la hermandad del dôjô. También es la ocasión que suelen aprovechar los alumnos para demostrar su aprecio y estima al sensei, en forma de regalos y gestos de cariño.
Para el primer entrenamiento del año, el Hajime Geiko, los cinturones marrones y negros han estado intensificando su práctica para mostrar su nivel en la ejecución de un kata o de algún ejercicio pre-establecido. Es además la ocasión para valorar y en su caso premiar a los más comprometidos con el entrenamiento durante el año que terminó. También para motivar la práctica en el año que comienza y comentar algunos de los principales eventos que están por venir.
Finalmente, como un gesto inicial del cumplimiento de las metas personales de cada uno, el ritual del misogi nos obliga a la reflexión de lo pasado, a desprendernos de aquello que nos lastra y a experimentar, al salir de las aguas del mar, que partimos de un nuevo punto de salida sintiéndonos en cierto modo “purificados”, saludando con humildad y agradecimiento a la impresionante Naturaleza que este año nos ha acompañado.
Para terminar, queremos expresar nuestro agradecimiento a Paco Galvez, por la organización del almuerzo de Navidad y a Andrés López y su esposa Lore por estar siempre atentos en documentar fotográficamente todas nuestras actividades.
Os deseamos una excelente progresión en todos los aspectos de la práctica del Karate-dô en este año 2025.
A.M.G.K.