Una vez mas, el Sol Naciente nos
acompaña en una modesta ceremonia dedicada a la limpieza interior (misogi).
Constituye un acto de compromiso con nuestra práctica, con nuestro Camino, que
confirma la determinación de seguir a pesar de los fallos cometidos.
Playa de los Alamos (Torremolinos), 2 de Enero de 2017 |
Meditando en espera de un nuevo
amanecer, a solas con nuestro yo mas íntimo, repasamos el año que ya se ha ido,
sin juzgar, pero reafirmando nuestra intención de mejorar.
Nos diluimos en el entorno del
que somos parte. El ritmo de la respiración se confunde con el de las pequeñas
olas del mar, la mente apacigua su torrente de pensamientos y se aclara
lentamente, como el efecto de la luz del Sol penetrando las nubes que vemos
frente a nosotros.
108 golpes reactivan el cuerpo, y
la mente expulsa a través de él aquello que nos frena en nuestro progreso: impuestas auto-limitaciones, debilidades, pasiones, pereza… En la energía de cada golpe se proyecta hacia
el infinito horizonte cada una de estas trabas.
Nos sumergimos en el mar y las
frías aguas nos dan una sensación de limpieza, de recomenzar desde cero.
Iniciamos el kata Sanchin, y desde nuestro centro (hara) sentimos
una nueva energía que recorriendo nuestro cuerpo nos conforta en el frío
entorno.
Limpios y renovados salimos al
exterior, y en la orilla, el kata
Tensho nos devuelve las sensaciones de nuestras primeras respiraciones
conscientes, del placer de respirar. El cuerpo estimulado, la respiración
amplia, la mente en el momento presente.
Terminamos con un profundo y
humilde saludo de agradecimiento ante la majestuosa Naturaleza que se va
desplegando ante nosotros.
Una foto de grupo nos recordará
esta experiencia a la vez individual y compartida.
Y como es ya tradicional,
participantes y acompañantes (algunos, seguro que con la intención de
participar en año próximo) compartimos un animado desayuno.
Antonio Avila
Nuestro agradecimiento a Andrés, y sobre todo a Lore, por las magníficas fotos |
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