Bharat Chablani delante del Butokuden de Kyoto, 2017 |
La Gran Sociedad Japonesa de las
Virtudes Marciales o Dai Nippon Butokukai o simplemente Butokukai se crea en Kyoto
en 1895.
Esta organización gubernamental,
amparada por el poder del recién instaurado emperador Meiji, tenía el objetivo
de consolidar, a través de las Virtudes Marciales, la ideología y la identidad
del nuevo Japón, basada en el esfuerzo personal en pro de la Nación y del
Emperador. Los ideales del Bushido eran promovidos a la vez que la práctica de
las disciplinas marciales.
La elección como sede de la
antigua capital imperial establecía un vínculo con la Historia a la vez que una
relación espiritual con el Emperador que se reforzó con el nombramiento como
“presidentes” (sosai) de la Butokukai de miembros de la familia imperial. El
primer sosai, nombrado el 5 de Septiembre de 1896 por el Emperador, fue el
príncipe Komatsumiya Akihito, comandante del Ejército Imperial.
La Butokukai planteó la
consecución de las siguientes metas:
La preservación y promoción de
las Artes Marciales japonesas, conservar sus materiales históricos (documentos,
armas, etc), promocionar investigaciones publicando un boletín, y construir un
gran edificio en Kyoto dedicado a la práctica de las Artes Marciales, donde se
celebraría anualmente un festival (Butoku Sai).
En octubre de 1896 la asociación
celebró su primera Butoku Sai que incluyó demostraciones de Kendô y Judô, en
unas improvisadas instalaciones temporales.
En 1899, se completó la
construcción del espléndido edificio del Butokuden, junto al Santuario Heian, convirtiéndose
en la sede de la Butokukai, y el centro mas prestigioso de Artes Marciales de
todo Japón, atendido por grandes expertos de todas las disciplinas.
Junto al Butokuden, en el año 1911 se abrió el llamado Bujutsu Semmon Gakko (Escuela Profesional de Artes Marciales), donde inicialmente se enseñaba Kendô y Judô, junto a estrategia, historia, filosofía y otros estudios académicos complementarios y se certificaba y acreditaba la formación profesional en Artes Marciales. La estructuración del aprendizaje que ya tenían el Judô y en Kendô, se impuso como condición para el ingreso de otras Artes Marciales. Mas tarde, con el auge del deporte, se debían establecer también formas de competición.
Raul Ruíz y Bharat Chablani en el Butokuden de Kyoto, 2017 |
La Butokukai creó los grados para
maestros (Hanshi, Kyoshi y mas tarde Renshi) que reconocían no solo el nivel
técnico, sino también el progreso espiritual y moral dentro del Budô y su
contribución al mismo. Mas tarde se aplicó el sistema de cinturones y dan (1917), los uniformes, los sistemas de arbitraje, etc.
La escalada militarista que
desembocaría en la participación de Japón en la II Guerra Mundial, encontró en
el Bushidô el mejor ideario. Las virtudes marciales ya no eran patrimonio de
los samurai, los nuevos Budô permitían formarse en cuerpo y espíritu, y así se
formaban ciudadanos que, llegado el caso, darían su vida por la patria y el
Emperador. La Butokukai controlaba todo lo relacionado con cualquier Arte
Marcial, además, coordinándose con el Ministerio de Educación, llevaron los
nuevos sistemas a las escuelas, expandiéndose así la práctica del Judô y el
Kendô fundamentalmente. Así en 1911 eran ya obligatorios en todas las escuelas
secundarias. En esta línea, en 1919 la Butokukai incorporaría el sufijo “Dô”
para llamar la atención sobre la vertiente espiritual de la práctica en la
formación de la persona.
Raul Ruíz practicando Kendô. Butokuden, 2017 |
Poco tiempo después de ser fundada la Butokukai empezaron a crearse filiales en las prefecturas, siendo sus
gobernadores los directores. En 1906 ya se había establecido en 42 prefecturas,
y se construían grandes dôjô que se llamaron Butokuden como el de Kyoto.
Okinawa era prefectura desde
1879, y aunque sus gobernadores continuaron siendo nombrados fuera de Okinawa,
por lo que eran afines a la política reinante, el Karate no fue reconocido por
la Butokukai hasta el año 1933, como arte marcial japonés, a pesar del
reconocimiento a determinadas escuelas y maestros, como al Maestro Chojun
Miyagi que ya en 1931 había registrado su escuela Goju-Ryu.
El Tode, todavía no nombrado
Karate, tuvo grandes dificultades para ingresar en la Butokukai derivados de su
origen chino-okinawense y de sus propias características en cuanto a estructura
y métodos de enseñanza.
El Tode no pertenecía a las
antiguas tradiciones de lucha japonesas, y los primeros maestros que lo
exportaron desde Okinawa en los años 20, tuvieron enfrentarse a actitudes
xenófobas que obligaron a hacer pequeños y grandes cambios, para darle un
aspecto mas “japones”, como el mismo nombre de Karate, la uniformidad, la
estructura de grados o la nomenclatura.
En cuanto a la estructura, el
Tode no estaba unificado, había casi tantas líneas como maestros, y cada uno
con su propia forma de enseñar y de entender su arte. Tampoco existía la
posibilidad de realizar competiciones deportivas, pues se consideraba demasiado
peligroso al no existir normas, a pesar del carácter competitivo de los
okinawenses que se medían en su propia lucha “sumo”, tirando de una gigantesca
cuerda o en regatas de barcos-dragón, por ejemplo.
La supervivencia del Tode, tanto
como forma de lucha como de patrimonio cultural, pasaba por ingresar
oficialmente en la Dai Nippon Butokukai, y desde principios del siglo XX, la
labor de muchos maestros se encaminó, de manera no siempre consciente, a
conseguir este objetivo.
En el ámbito militar el Tode
llamó la atención por el excepcional estado físico de los reclutas que lo
practicaban (recordemos el alistamiento de Kentsu Yabu y Chomo Hanashiro) y por
la efectividad de sus técnicas, demostradas en diversas ocasiones ante altos
cargos de la Armada Imperial que visitaron Okinawa.
En el ámbito educativo, es de
destacar el esfuerzo del maestro Ankô Itosu para adaptar al Tode con el fin de
introducirlo en las escuelas como ejercicio físico. Este aspecto junto al gran
potencial del Tode como disciplina del Budô, fue captado de inmediato por el
maestro Jigoro Kano, fundador del Judô, personaje de gran influencia política y
muy vinculado, al menos institucionalmente, a la Butokukai, de la que fue
presidente (1899). El maestro Kano se interesó en el desarrollo del Toda
manteniendo relación con maestros de Okinawa y facilitando no solo que
realizaran exhibiciones en Japón sino que algunos de ellos se establecieran,
como hizo el maestro Gichin Funakoshi, quien ya en 1917 realizó la primera
exhibición de Tode en el Butokuden de Kyoto.
La difusión del Tode/Karate en
Tokyo, Kyoto y Osaka por maestros de Okinawa, fue fundamental para su
conocimiento y la posibilidad de ingreso en la Butokukai. Maestros como el
citado Gichin Funakoshi, quizás el mas importante en este aspecto divulgativo
en Japón, Choki Motobu, Chojun Miyagi y Kenwa Mabuni entre otros.
El contacto del Tode con artes
como el Kendô, el Judô o el Jujutsu, le aportó ideas para su estructuración pedagógica,
y sobre todo entusiastas practicantes japoneses que trabajaron en pro del nuevo
Karate. Entre ellos podemos destacar a Hironori Ohtsuka, Yasuhiro Konishi o
Gogen Yamaguchi. También fue de gran importancia el establecimiento del Karate
en las universidades.
En Diciembre de 1933, el
renombrado “Karate” ya dotado de una teoría de procedencia mas indígena que
china, uniforme, sistema de enseñanza, profesores reconocidos y de un
rudimentario sistema de competición, ingresa como hemos dicho en la Dai Nippon
Butokukai como arte japonés. De inmediato se contempló además la posibilidad de
la construcción de un Butokuden, y se inició una campaña de recaudación de
fondos a cargo de entidades interesadas en las Artes Marciales, como el
Departamento Prefectural de Policía. En 1939 se estrenaba el flamante edificio con
una demostración que incluyó Judô, Kendô y por supuesto Karate-dô.
Butokuden de Naha, antes de la guerra |
Sin embargo el Karate, lejos de
unificarse, mantiene hasta la actualidad una gran variedad de interpretaciones
y tradiciones, que lo hacen mantenerse dividido en multitud de escuelas y
organizaciones mantenidas a veces por nobles razones de preservación del
patrimonio cultural, a veces por ideas de evolución y cambio, a veces por
intereses nacionales-deportivos y a veces por razones mas bajas y simples como
el prestigio o el mero interés económico.
Pero volviendo a nuestra historia
y en lo concerniente a nuestra escuela Goju-ryu, el maestro Chojun Miyagi tuvo
un gran protagonismo, pues su investigación constante hizo que su escuela consiguiera
una entidad propia siendo la primera que fue reconocida por la Butokukai. El
maestro Miyagi recibió a lo largo de su vida el reconocimiento de esta
organización siendo nombrado delegado en Okinawa (1934), y recibiendo el grado
de Kyoshi (1937) y después el de Meiyo Shihan (Profesor/Mestro de Honor)
Una vez que Japón se rindió incondicionalmente a las fuerzas aliadas en 1945, el gobierno de ocupación prohibió todas las organizaciones que se consideraron responsables de la promoción del militarismo. El primer ministro Hideki Tojo fue jefe de la Butokukai durante la guerra, por lo que fue disuelta y cerradas todas sus filiales y confiscados sus bienes en Septiembre de 1946.
Los edificios Butokuden que se mantuvieron en pie fueron reutilizados. El de Kyoto fué cuartel general de las fuerzas aliadas hasta 1950 y luego tuvo varios usos (delegaciones del Gobierno, Departamento de Policía, escuela de koto), hasta que en 1970 fue declarado Tesoro Nacional. En 1987 fue restaurado a su estado actual y rodeado por nuevas instalaciones.
Salas anexas del Butokuden de Kyoto, 2017 |
El de Naha,
milagrosamente sobrevivió a la batalla de Okinawa mientras cumplía la función
de depósito de municiones.
En 1947, algo
restaurado se convirtió en club de oficiales, en 1949 fue utilizado como
edificio del gobierno y a partir de 1959 fue destinado al Departamento de
Policía como lugar de entrenamiento de artes marciales.
Practicantes de Kendô en Butokuden de Naha en 1958 |
Finalmente en 1989 fue derribado para la construcción del moderno edificio de la Asamblea Prefectural de Okinawa, donde hoy en día podemos ver en uno de sus jardines un pequeño texto en recuerdo del antiguo edificio.
Tras el Tratado de Paz de San Francisco en 1951, Japón recuperó su
soberanía, y en 1953 la actual Dai Nippon Butoku Kai se restableció con un
nuevo sentido de la preservación de las antiguas tradiciones marciales,
mas relacionado con una práctica cultural y educativa al servicio de la
sociedad. A pesar de este nuevo papel y su difusión por otros países, la gran
cantidad y fuerza de organizaciones internacionales y nacionales de carácter
deportivo y tradicional han hecho que su influencia decline en favor de ellas.
Antonio Avila
Felicitaciones muy ilustrativo e interesante material. Quisiera saber cómo puede hacerse contacto con la DNBK para fines de investigación científica en el Karatedo. Gracias
ResponderEliminar