Aprovechando estas fechas, trataremos un tema afín a ellas
como son las tumbas. En este caso las tumbas de Okinawa (Okinawa no haka).
La antigua religión autóctona de las islas Ryukyu se
caracteriza por el culto a los antepasados, las relaciones con los muertos, con
los dioses y con los espíritus de la Naturaleza. En la tradición de Okinawa,
cada ser humano tiene un espíritu, mabui, que se llama ichi-mabui, durante la
vida y shini-mabui después de la muerte y que habita en el mundo de los vivos,
por lo que los antepasados deben ser honrados para tener una buena relación,
que además asegure buena suerte y protección a los vivos. Los altares en las
casas recuerdan a diario esta obligación, así como el mantenimiento de la tumba
familiar a la que todos acuden en determinadas fechas del año.
En las historietas que tenían la función de introducción a
los primeros libros de Karate que en los años 70 leíamos con deleite, se decía
que el Karate como arte secreta, se practicaba entre otros sitios en las
tumbas. Sin conocer cómo eran estas, se hacía difícil imaginar la práctica
encima de una lápida incluso de un solo karateka, y menos cual era la ventaja
de hacerlo allí.
Cementerio cerca de Fuzhou (China)
Las tumbas, en japonés haka (墓) tiene un diseño especial en Okinawa, por ello son
llamadas también kamekohaka (亀甲墓)
o kamenuku (en uchinaguchi) o “tumbas en forma de tortuga” que fueron
introducidas desde Fujian a partir del siglo XVII. El origen de las kamenuku es
pues chino y aún pueden encontrarse además de en Fujian, en Hong-Kong y Taiwan.
Tumba en Fujian |
La versión china mas antigua reproducía fielmente el
caparazón de una tortuga. En el lugar donde se ubicaría la cabeza, se colocaba
el nombre del difunto sobre una lápida vertical. Esta parte frontal disponía de
un área acotada por un pequeño murete lo que le daba al conjunto una forma de
herradura y que según las leyes del Feng Shui protegía a la tumba de los
"vientos nocivos".
Templo taoísta de la "Nube Blanca". Beijing, China |
Muchas son las teorías de porqué se utilizó esta forma de
tortuga, entre ellas que este animal como símbolo de longevidad procuraría
larga vida a los descendientes del difunto o a el espíritu de este. Según una
antigua leyenda, la tortuga tenía el don de encontrar siempre un lugar propicio
para morir. También que el caparazón era una representación del Universo o que
las tortugas eran seres poderosos que
podían llevar cargas pesadas en sentido estricto y figurado.
Maqueta de kamekohaka del Museo de Naha |
En las antiguas tumbas de Okinawa se mantuvo el diseño
general chino, incluso se usó fielmente,
llamándose tooshi, pero eran demasiado pequeñas para ser usadas como lugar
de enterramiento familiar por generaciones,
por lo que se hicieron bastante mas grandes, al igual que el recinto semicircular
o rectangular ante la entrada, que servía para las celebraciones que incluían
la visita de los parientes. En estos
recintos era donde se decía que se practicaba el arte de la lucha, pues se
consideraba peligroso visitar una tumba de noche, sobre todo si no era de la
propia familia, por lo que los cementerios eran lugares bastante seguros para
practicar en secreto. La estructura general de estas tumbas en Okinawa se
considera que tiene forma de útero, simbolizando la rueda de la vida, al
retornar en la muerte al lugar donde se inició la vida.
Tumba real de Ryukyu. Siglo XIII |
En Okinawa hay otro tipo de haka en forma de casa (ie-gata)
que hasta el siglo XIX estaba restringida a las familias nobles y que en la
actualidad, construidas en hormigón, son las mas comunes en los cementerios.
Cementerio de Shikina en Naha, el mas grande de Okinawa, ocupando casi 10 hectáreas. |
Paseando por el cementerio de Shikina |
Las
tumbas solían agruparse cerca de la costa o en laderas de montañas frente al
mar, hoy en día pueden encontrarse en los lugares más insospechados, incluso
dentro de los centros urbanos.
Vista desde la tumba de Chojun Miyagi sensei |
Cementerio visto desde un dojo en Urasoe |
En cuanto al ritual de enterramiento, tradicionalmente el ataúd
del fallecido permanecía en la tumba durante algunos años, o en una cámara
llamada shiruhirashi, que a veces se situaba frente a ella. Una vez
descompuesto el cuerpo, los huesos eran lavados en un ritual llamado senkotsu y
depositados definitivamente en la tumba dentro de una urna-jarrón de barro llamada
zushigame (厨子 甕) o jiishi-gaami
(ジ ー シ シ ガ ー ミ). No obstante este rito del lavado de los
huesos se repetiría durante 33 años hasta que el alma no tuviese necesidad de
ellos, por haber encontrado su sitio en el más allá.
Urna funeraria en forma de santuario del tipo ishi-jiishi, por estar hecha en caliza coralina. Nakagusuku |
Después de la guerra se impuso la incineración sobre estos
ancestrales rituales, almacenando los restos de los familiares de varias
generaciones así tratados (funishin) dentro de las tumbas, aunque aún, sobre
todo las personas mayores prefieren la antigua costumbre.
Si bien las celebraciones pueden variar de una isla a otra,
además de incorporar o no algunas
venidas de Japón, las principales ceremonias relacionadas con las tumbas suelen
consistir en reuniones familiares ante ellas, donde se ofrecen flores,
incienso, awamori y comida, y se dedican oraciones a los ancestros, pasando un
“día de campo” junto a sus antepasados. Es el caso del Juuruku Nichi (antepasados
en el Año Nuevo), que se celebra el 16 de Enero.
Celebrando el Shiimi-sai. Años 50. |
El Shiimii, en Abril, consiste en una visita a la familia
del padre. También se celebra el kami-ushiimii, cuando todos los familiares de
los fundadores (jiinchu) de familias ampliamente extendidas se reúnen para comunicarse con sus antepasados
comunes.
El 25 de Junio tiene lugar el Kashichii, donde se ofrece
arroz al vapor con frijoles rojos a los antepasados en agradecimiento por una
buena cosecha. También se puede celebrar en agosto.
Shichigwachi o "Séptimo Mes", es el mes de los
muertos, por lo que matrimonios y otras celebraciones son tabú en Julio. El día
7 se celebra el Tanabata (Festival de las Estrellas) donde las familias de
nuevo visitan las tumbas con ofrendas para invitar a los antepasados a la
fiesta del Obon que se celebra en la siguiente semana, y que es la fiesta
principal, pues se cree que los antepasados se unen a sus parientes vivos. Las
oraciones y ofrendas se hacen tres veces
al día. El primer día del Obon se llama unkee y se limpian el altar de la
familia y las lápidas y se coloca incienso, frutas y caña de azúcar. Cerca de
la medianoche del tercer día (uukui), la gente tiene una reunión de despedida
para sus antepasados. Una especial y abundante comida se elabora para esta
ocasión. Entonces, incienso y papel moneda, llamado uchikabi (en representación
de dinero para el mundo de los muertos)
se quema. .
Con el bailes Eisa y e sonido de sus tambores termina el Obon |
Para terminar, aunque las
tumbas reales del Reino de Ryukyu, necesitan un capítulo aparte, aquí veremos
solo dos sitios fáciles de visitar si viajamos a Naha.
El Sogen-ji antes de la guerra. |
El Sogen-ji,
que fue un templo budista que se edificó mientras reinaba Sho Shin,
concretamente en torno al año 1477. En 1496, se convirtió en mausoleo real, ya
que se trasladaron allí las lápidas de los reyes del Reino de Ryukyu. Cumplió
esa función hasta el año 1521, cuando los restos mortales de los reyes
comenzaron a enterrarse en el mausoleo Tamaudun.
Interior del Sogen-ji. 2008. |
El
templo Sogen-ji quedó completamente destruido en la batalla de Okinawa, y sólo
quedaron algunos muros de piedra y el triple arco de piedra de la puerta.
Tamaudun |
El Tamaudun (玉陵)
o “tumba del emperador”, cercano al castillo de Shuri, se edificó en el 1501
por el Rey Shō Shin (尚真王) en
piedra caliza, para dar cobijo a los restos de su padre, el Rey Shō En (尚円王), convirtiéndose en el
Mausoleo Real para la Segunda Dinastía Sho.
Dispone de tres cámaras mortuorias, que en el momento de su
construcción original tenían un techo de madera. La sala del medio
(Shiruhirashi) era donde permanecían los cuerpos hasta que éstos se pudrieran y
así poder limpiar los huesos. Una vez hecho esto el ala oeste (izquierda) se
dedicaría para el rey y la reina, y el ala oeste para la familia real.
Encabezan la tumba un león y una leona de piedra, que mantenían alejados a los
malos espíritus.
Durante la Segunda Guerra Mundial las tumbas fueron
destruidas casi en su totalidad y después de la misma, restauradas. En el año
2000 fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
Antonio Ávila
Buen articulo , y fiel a la realidad
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