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miércoles, 20 de octubre de 2021

KANREKI

 


    Fue mi amigo Germán quien hace unos días me indicó que mi próximo cumpleaños, donde alcanzaría los sesenta años, es cuando en Japón se celebra el llamado Kanreki (還暦). A decir verdad yo no conocía esta tradición ni su significado.

    Pues bien, ha resultado que con mi más completo desconocimiento, amigos y familiares urdieron una gran fiesta sorpresa y entre las felicitaciones de muchos de los que no pudieron venir se volvió a hacer mención al Kanreki, lo que ya hizo que me picara la curiosidad.


    El Kanreki es una festividad basada en dos calendarios paralelos de origen chino (en japonés el Jyuuni shi, 十二支 y el Jikkan" 十干) divididos en ciclos de 12 y 10 años respectivamente. Ambos coinciden en que al llegar a los sesenta años se cumple un ciclo de vida completo. Por ello la palabra Kanreki, significa cumplimiento de un ciclo y comienzo de uno nuevo.

    Así, establecido que este cumpleaños es el comienzo de un ciclo, me alegro hacerlo con tal cantidad de familiares, amigos, alumnos, maestros y compañeros, de ahora y de antes, que me han expresado su cariño y afecto. Dicen que en el Kanreki el homenajeado se viste de rojo como símbolo de regreso a una segunda juventud. No creo tanto en el Kanreki, pero si creo que aún nos queda un interesante y motivador camino por recorrer juntos y, quizás, poder llegar a hacer el kata Suparinpei en mi ciento ocho aniversario, que por cierto también tiene un nombre; el chajyu (¡estos japoneses..!) 

Con Javier Brieva, Juan Carlos Vicente y viejos amigos del Karate Club Málaga

Con sensei Luis Nunes y sensei José Díaz venidos desde Murcia y mi entrañable amigo Giuseppe Iovino

Amigos desde la Universidad








Algunos de mis más antiguos alumnos solo pueden ser llamados amigos.

Compañeros y amigos de Kobudo (German Flores, Emilio Bueno y Juan Morales), de HINOHIKARI  (Pepe Vergara y Juan Vallejo) y de Chikung (José Manuel)


Amigos, karatekas y cómplices de la organización, todo en uno.

También recibí mas de treinta mensajes de amigos, compañeros, maestros y familiares que no pudieron asistir

Y llegó el soplar velas que fue compartido con el decano del dojo, Carlos Cuesta, que días antes cumplía trece años desde su kanreki. 

Y regalos de los presentes y ausentes, como esta bonita caligrafía sobre shikishi que desde Talavera me enviaron los sensei Angel Luís y Roberto.


    Aprovecho para expresar mi más profundo agradecimiento a todos los que habéis participado y colaborado de una manera u otra en esta gran celebración, en especial al germen de la organización: Pepa, mi mujer, y Antonio, mi hijo, y sus más estrechos colaboradores.

     Gracias por este Kanreki inolvidable.

Antonio Ávila

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