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lunes, 18 de julio de 2016

RESPIRANDO EN SIERRA NEVADA


El pasado sábado disfrutamos de una nueva experiencia enfocada en la respiración.

Es sabida la importancia de los Kata respiratorios dentro de nuestra escuela Goju-ryu, por ello nos planteamos tener una experiencia de su práctica en condiciones adversas derivadas de la altitud, y por tanto de una menor presión de oxígeno.

El objetivo de la actividad era la experiencia personal, y estaba abierta a todos los niveles y edades, por lo que no pretendimos que la adversidad de la que hablábamos fuese extrema, sin embargo para aquellos que vivimos al borde del mar, estuvo bastante presente.

Elegimos un paraje de Sierra Nevada donde, a la falda del pico Veleta, se ubica el monumento dedicado a la Virgen de las Nieves, a 2610 metros de altura.

En Medicina de Montaña se considera que a partir de los 1500 metros suele aparecer la necesidad de reajuste fisiológico, y según la capacidad y estado físico de cada persona pueden aparecer debilidad, nauseas, respiración agitada, aumento de pulsaciones, tensión muscular, mareos, etc. Síntomas estos que se pueden agravar con el ejercicio físico si no se tiene la capacidad de superarlos.



Sin ser grandes obstáculos, había que tener en cuenta algunos factores como el citado lugar de residencia a nivel del mar de los participantes, la rápida ascensión en coche hasta la cota de 2500 metros y la corta marcha de un kilómetro hasta el lugar de entrenamiento salvando los 110 metros restantes de desnivel. Parte de la experiencia era tomar consciencia de los cambios que cada uno de estos factores nos provocaban y si eramos capaces de adaptarnos.

Finalmente en el lugar de práctica realizamos algunos ejercicios de respiración consciente previos a la ejecución de los kata.


Con el pico Veleta al fondo, explicamos algunas características de la respiración de cada kata, y se hicieron varias repeticiones de cada una de ellas, llamando la atención en cada ocasión de algún aspecto concreto de la respiración y comentando las sensaciones que se iban experimentando.



Para terminar, llevamos nuestra atención a la coordinación del trabajo respiratorio con la tensión muscular, sometiéndonos al shime.

Después, foto de grupo y descenso con una nueva experiencia acumulada, con nuevas preguntas y con la curiosidad de saber que sentiremos ahora al volver a practicar Sanchin y Tensho junto al mar.


Antonio Avila



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