Aún hoy, los ejercicios de chikung atribuidos a Bodhidharma son un trabajo específico del Kungfu Shaolín, pues sus beneficios para
la salud también refuerzan las cualidades del luchador.
Pero de la misma forma que mencionábamos los
posibles conocimientos de Bodhidharma sobre medicina ayurvédica, incluidos en
los sistemas de combate como el Kalaripayattu, o sobre los puntos de presión tanto
para sanar como para infringir daño del Marma Kala (o Varma Kalai), basándonos
en la suposición de que en ellos fue formado como parte de su educación como
príncipe, también es mera conjetura cual era su nivel de maestría en alguna de
estas artes marciales.
Así mismo es muy difícil establecer una similitud
razonable entre el arte marcial que pudiera practicar Bodhidharma en el siglo
VI d. C. y la práctica actual del Kungfu
Shaolín tras más de mil cuatrocientos años de influencias, aportaciones y
variaciones. Incluso dentro del Kalaripayattu, que es el sistema de lucha más
comúnmente asociado a Bodhidharma, a pesar de tener una tradición más lineal,
habrán ocurrido cambios en tan prolongado espacio de tiempo. Quizás pudiéramos
apuntar algunos aspectos comunes, al menos actualmente, como tener una práctica afiliada a una
“religión” (al Hinduísmo en el caso del Kalaripayattu), movimientos
inspirados en los animales, amplias posiciones o movimientos ágiles con el
uso de saltos y acrobacias.
Kalaripayattu |
Kung-fu Shaolín |
Cuando se funda el templo Shaolín en el año 495 por el primer abad Buddhabhadra, se convierte en un centro de traducción de los sutras indios al chino, lo que atrajo a otros monjes procedentes de la India, que pudieron aportar conocimientos médicos y quizás marciales.
Por
otra parte, existen referencias de que dos de los más importantes discípulos de
Buddhabhadra, Hui Guang (慧光 / 487-536 dC) y Seng
Chou (僧稠 / 480-560 dC) estaban bien formados en
artes marciales, y muchos historiadores los han considerado como los verdaderos
fundadores de las artes marciales del templo, por lo que quizás a la llegada de
Bodhidharma hacia el 527 ya existían expertos luchadores en el templo, de hecho
su discípulo Huike fue militar y al parecer nunca ocultó su interés por la
práctica de las habilidades marciales.
Al
margen de si hubo uno o varios verdaderos fundadores, sí hay indicios de que la
práctica de sistemas de lucha en el monasterio Shaolín, estuvo siempre presente.
Además del caso de Huiko, en una época de guerras intestinas, muchos
excombatientes derrotados fueron perseguidos, y estos buscaron refugio en los
templos incluso ordenándose monjes. Es muy probable que la inseguridad política
y el aislamiento del monasterio Shaolín propiciara la utilización de las
habilidades de estos guerreros.
También se dice que el quinto patriarca Huin Neng (大鑒惠能 - 638-716), no era partidario de las prácticas marciales del monasterio, lo que indica su importancia en la vida de los monjes.
Esta tradición se mantiene hasta nuestros días, erigiendo estatuas que le representan como el maestro fundador, o convirtiendo su ubicación en lugares emblemáticos de entrenamiento.
Aunque las artes
marciales no son esencialmente parte del Budismo, este influyó en darles un
significado más profundo. Habría que estudiar si este maridaje se dio paralelamente
en Japón, lo que propició las artes modernas del “Do”, al igual que sucede en el Shaolín actual.
En relación al Karate
de Okinawa, es innegable la influencia de las artes marciales de Shaolín,
directa o indirectamente, pero en el contexto de los estilos que se practicaban
en el siglo XIX, y que probablemente poco tenían que ver con las artes marciales
del sur de la India del siglo V, con lo que pudo enseñar Bodhidharma, o con el
Kung-fu que se practicaba en el monasterio Shaolín en el siglo VI.
AMGK
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