Para finalizar esta serie de artículos en torno al santuario de Naminoue, haremos un recorrido para conocerlo y apreciar los diferentes componentes de un santuario shintô.
En el barrio de Wakasa en
Naha, avanzando por Naminoue-dori nos encontramos con el ichi no torii (el primer torii-一の鳥居) que
indica la entrada al área sagrada al santuario (jinja 神社) de
Naminoue.
El torii (鳥 居) es una puerta a lo espiritual. Al atravesarlo
dejamos atrás el mundo profano y este gesto se convierte en una simbólica
intención de purificar el alma, lo que reconoceremos con un pequeño saludo
antes de entrar.
Su simple estructura consistente en dos columnas verticales
(hashira, 柱)
que sostienen a dos travesaños (kasagi
笠
木, el
superior y nuki 貫 el
inferior) es ya conocida en todo el mundo (incluso tiene su emoji en WhatsApp).
Su curiosa resistencia a todo tipo de catástrofes, lo ha convertido también en
un símbolo de resiliencia ante cualquier adversidad.
El santuario tras la guerra, en 1948 |
Tras pasar el ichi no torii comenzamos
a recorrer el camino de acceso al santuario, el sandô (參 道). En este caso dividido en
un carril asfaltado para coches y otro empedrado.
Ambos accesos
están flanqueados por linternas de piedra o de madera (tôrô - 灯籠), adquiridas para el santuario
por individuos, familias o empresas cuyos nombres figuran en las mismas.
Antes del ni no
torii (二之鳥居), o segundo torii, encontramos una pequeña área de aparcamiento y
un edificio multiusos.
Al atravesar este segundo torii, la sensación de sacralidad aumenta, sobre todo si tenemos la
suerte de poder visitar el santuario a solas. Cuando hay mucha gente (turistas)
o hay una celebración especial como Año Nuevo, el ambiente cambia por completo.
A la izquierda encontramos el chōzuya o temizuya (手水舎), el pequeño puesto donde realizar el temizu (手水) o ablución de manos y boca, ceremonia imprescindible como preparación al culto y que hace que el fiel se libere del mal y la contaminación, volviendo a ser puro.
Tomaremos agua con un cazo (hishaku -柄杓), de la pila de agua corriente o de alguna de las tres fuentes en forma de dragón que hay a la izquierda, y la verteremos sobre la mano izquierda, y luego sobre la derecha para purificarlas. Después recogiendo agua del cazo con la mano izquierda, enjuagaremos la boca. Volveremos a lavar la mano izquierda y para terminar elevaremos el hishaku para que el agua restante purifique el mango.
También en el lado izquierdo se erige una estatua del emperador Meiji con su uniforme militar al estilo prusiano, recordando la época de construcción del santuario shintô y de paso la “japonización” de Okinawa y el culto al emperador.
En el mismo lado un poco más
adelante dos pequeños santuarios: El Ukushima Jinja dedicado a los kami del
lugar (Ukishima es la antigua denominación de la zona de Naminoue), y el
Yomochi Jinja, dedicado a Noguni Sokan, el introductor de la caña de azúcar y
las patatas en Okinawa.
Frente al ni no torii se
ubica el edificio principal del santuario, el haiden (拝殿),
la sala de culto, flaqueada por los protectores komainu (perros-león 狛犬) que como no podría ser de otra forma
aquí son los tradicionales shîshâ (シーサー) de
Okinawa.
Este no es el
único elemento que nos recuerda que estamos en el antiguo reino de Ryukyu, pues
también lo hace el estilo arquitectónico con sus tejados de tejas anaranjadas
rematados con otros sendos shisha, y los dragones dorados de influencia china,
muy importantes en la religión autóctona y que se colocan, como en este caso,
en las entradas para alejar a los malos espíritus.
Por lo demás
mantiene los mismos elementos que cualquier otro santuario shintô, como el
cartel con el nombre del santuario, o la cuerda shimenawa (標縄 – “cuerda enrollada”) con
las características tiras de papel en
zig-zag o shide (紙垂). Esta cuerda de paja delimita un recinto sagrado y puro, y ya la
pudimos ver sobre el ichi no torii.
Frente al haiden
podemos realizar un sencillo ritual. Arrojamos unas monedas en el cajón para
donativos (saisen -賽銭), realizamos dos reverencias, seguidas de dos palmadas, los creyentes pueden realizar ahora una
pequeña plegaria, y se finaliza con una profunda reverencia. En otros
santuarios hay una cuerda que hace sonar un gran cascabel (suzu, 鈴) a modo de llamada a los kami
después del donativo, pero aquí no existe.
Al haiden solo se puede acceder para
ceremonias más elaboradas (como una boda) y antes se debe recibir por parte de
un sacerdote (shinshoku, 神職) un ritual para ahuyentar los a los malos espíritus consistente
en pasar por encima de la cabeza el haraigushi ( 祓串, un palo con tiras de
papel). Su interior presenta bellos contrastes de los colores bermellón y
blanco.
Tras el haiden
se encuentra otro edificio más inaccesible, el salón principal o honden (本殿), considerado como el
espacio más sagrado, y donde se celebran las más importantes ceremonias, siendo
el hogar de los kami del santuario.
Curiosamente es el edificio del
santuario más visible desde el mar. Construido en el antiguo estilo taisha-zukuri
( 大 社 造) que imita a las casas japonesas, podemos ver en su tejado los
elementos característicos como el katsuogi (鰹木 – fila decorativa de vigas
cilíndricas) y el chigi (千木 - o vigas de madera cruzadas a ambos extremos del tejado). Que el
remate de los chigi este cortado verticalmente (estilo sotosogi) y que el número de katsuogi sea impar (siete
en total), indican que la deidad principal del santuario es masculina.
A la derecha del haiden se ubica el shamusho (社務所), u oficina donde suelen estar los sacerdotes
y las asistentes (miko -巫女), y
donde se gestionan las ceremonias como bodas, oraciones por la familia o el
negocio, protección contra espíritus malignos o los accidentes de tráfico,
agradecer el nacimiento de un niño (Omiyamairi
-お宮参り), etc.
Boda en Naminoue |
Rito de hakamagi (袴着) la primera hakama |
También se atiende a los visitantes y
tiene un puesto donde se venden diferentes amuletos como omamori (お守り), shinsatsu
(神
札) y mamorifuda (守
り
札).
También las tablillas ema (絵馬) para
escribir oraciones o deseos, y los omikuji
(お神籤) o
tiras de papel donde se desvela nuestra fortuna. Si es buena nos quedaremos con
el papel y si es mala la ataremos en el lugar preparado para ello.
Ema |
Omikuji |
Todos estos objetos no son
meros recuerdos de nuestro paso por el santuario, sino que tienen un gran
significado para los creyentes. En japonés se utiliza el verbo “recibir” (ukeru- 受ける) en
ve de “comprar” (kau - 買う)
cuando se adquieren estos objetos.
El Santuario Naminoue tiene fama de un gran poder
espiritual, protector de la paz, la salud, la seguridad y la prosperidad,
además de ayudar a encontrar pareja.
Al margen de las ceremonias que se celebran durante todo el
año, dos son los grandes acontecimientos. El Año Nuevo donde miles de personas
acuden para orar por un buen año, y el Festival Nanmin (な
ん
み
ん
祭) a
mediados de Mayo, en el que parte del santuario en procesión un palanquín con un santuario portátil (mikoshi, 神
輿) y
se celebran ritos religiosos en los que también participan noro (祝女), sacerdotisas de la religión original de Okinawa.
También se
organizan multitud de actividades paralelas como demostraciones de Karate (空手),
danzas tradicional eisâ (エイサー), shishimai (獅子舞) la
danza del león, tsunahiki (綱挽),
competiciones de tirar de soga y de sumo de Okinawa (沖縄角力).
Además se hace bukubuku-cha ( 福々茶),
un típico té espumoso de la isla.
Shishimai |
Antonio Ávila
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