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lunes, 9 de enero de 2023

KEIKO HAJIME 2023

 


    Siempre eterna y no tan buena alumna, pero sin duda amante de este arte.

    En este, mi tercer año de práctica, siento que he recorrido un largo camino y que aún así, este no ha hecho más que dar comienzo....

    El primer entrenamiento del año se denomina Keiko Hajime, terminó aún difícil de pronunciar para mi... trataré, por tanto, de describir de la manera más acertada como viví este ”Rito” que celebramos en cada nuevo comienzo de Año.

    Realizamos, como en cada entrenamiento, trabajos generales y de condición física, todos de manera conjunta en una primera parte del entrenamiento, y bajo las indicaciones de nuestro Sensei, Antonio Ávila.


    La segunda parte es más especial, pues cada alumno o grupo según el color de su cinturón, elige un Kata o Kumite, acorde a su rango y lo ejecuta frente al resto de compañeros.

















    Una vez finalizadas las exhibiciones de los alumnos es el turno de nuestro Sensei que tras nombrar y ejecutar el suyo pone fin al entrenamiento dejando espacio a la celebración, donde amigos, parejas e hijos nos encontramos para dar la bienvenida al nuevo año.

    El cometido de esta jornada es juntarnos para además de dar comienzo al Año Nuevo, renovar de forma simbólica el compromiso con la práctica, una práctica siempre en constante avance con la mejora, no sólo física o personal, también de alguna manera se profundiza en el conocimiento espiritual, abordando así todos los aspectos del SER.

    Agradezco a todos y cada uno de mis compañeros, acompañantes y a nuestro Sensei la oportunidad, la presencia y la participación en este el PRIMER ENTRENAMIENTO DEL AÑO, pues como dice un buen amigo: el camino siempre es más fácil y divertido cuando es compartido.


    Feliz Año y Feliz Práctica.

Yolanda García.


(Fotos: Andres López)

3 comentarios:

  1. Charles-Maurice de Talleyrand (político Frances) decía que “una palabra mal colocada estropea el más bello pensamiento”
    Y en este texto no hay ninguna palabra mal colocada, por lo que podemos ver un bello pensamiento.
    He tenido la suerte de compartir un par de entrenamientos con Yolanda, en dos cursos nacionales, y ambas veces he sentido ese bello pensamiento que he vuelto a sentir leyendo sus palabras.
    Y como dicen sus palabras compartamos este precioso camino para que sea más fácil y divertido.

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  2. Para mí ha sido un placer, recordar a nuestro querido Maestro Jesús Espiga. Andaba de chaval sobre 74/75 metiendo me en algunos charcos, jugando al villar con los chavales del barrio de Gamarra donde vivía con mis padres. Bueno, pues un día se lío si la bola había dado o no a la roja, lo cual acarreó un par de sopapos entre unos y otros, con el resultado que me llevé la mejor galleta.(Yo en aquel tiempo, bajito y delgaducho) Aquello me afectó tanto, que pedí permiso en casa, para apuntarme en Karate club Málaga y así fue en 1975 cuando encontré a el Maestro Espiga y ya por aquel tiempo a Marin y Avila, mi Sensei en la actualidad.
    Después del fútbol, mi Deporte por entonces, donde jugaba en el Colegio Puertosol de portero, me surgió el Karate. Mis primeras sensaciones fue la admiración de mis compañeros, Ávila, Marin, Richard y J.C.Vicente que ya eran amarillo y naranja. Y me dije porque no puede ser como ellos? Y así empecé ha entrenar fuerte, hasta llegar en el 80 a cinturón Marrón. Es verdad que mis estudios y el trabajo en una empresa familiar en mis vacaciones, me hacían perder algunas clases pero el Karate para mí me supuso ser persona, hombre y tomar muchas decisiones fundamentales para mí vida profesional. Llegó el servicio militar 80/81 y frente los entrenos, aunque entrenaba solo en la playa d Algeciras, frente al Peñón con permiso del Teniente.
    Terminado el servicio militar, seguí estudiando por la noche y trabajando por el día, lo que acarreo una mínima intermitente práctica. Llegó mi independencia laboral, la primera novia y algún despiste nocturno. En fin, colgué el karategui por desgracia de No tener tiempo año 82/83. Y de ahí al Año 2021 donde un buen dia, me encontré con mi Sensei Antonio Avila por Torremolinos, hablamos cariñosamente de nuestro pasado y con esa magia que le caracteriza y la perseverancia d muchos años con el karate y otras disciplinas, me invitó a su Dojo y no lo dudes después de la vista, empecé de nuevo desde Cero, eso sí con más bisagras que un combatiente del 36. En el momento, poco a poco vamos superando el reto de llegar a Negro 1° dan, ya a mis 64 años y gracias al Karate me siento con un espíritu d aquel chaval que jugaba al villar y con retos pendientes en este mundo, que corre a una velocidad sin sentido. Siempre estaré agradecido a ambos, gracias !!
    Félix Rubio Lorente 15/10/2025

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