Páginas

sábado, 27 de agosto de 2016

DISFRUTANDO TODO EL AÑO

Ultimo sábado de entrenamiento de Agosto

Quien no vive de forma consciente no vive en el presente, no disfruta del momento, ni toma consciencia del paso por los diferentes ciclos vitales, no acumula experiencia de su propio Ser. Se acabaron las vacaciones, y como si nuestro ciclo vital anual solo tuviera dos estaciones, un corto Verano y un larguísimo Invierno, volvemos a nuestros quehaceres y rutinas en espera del próximo periodo estival.
            Hoy en día se oyen muchas expresiones del tipo “hay que vivir la vida, que es solo un momento”, “exprime la vida”, “vive a tope”, etc. Pero se refieren a las vacaciones, a cuando uno disfruta de su tiempo libre, a cuando uno está con sus seres queridos, a cuando estamos por unos instantes a gusto tomando un café o compartiendo una puesta de Sol. En las redes sociales nunca vemos una foto del alguien trabajando en una zanja con una de estas frases.
            Cuando hablamos de la Vida, estamos hablando de la vida que hay en nosotros, la que nos toca, y esta, como todo en el Universo, tiene sus aspectos positivos y negativos, o si queremos decirlo de otra manera, buenos y malos, si lo filtramos con nuestras percepciones, emociones y juicios. Positivo y negativo, bueno y malo son dos caras de una misma hoja de papel, van unidos, y la tinta de lo que escribimos en una cara pasa a la contraria, tiene su efecto. Nunca lograremos, por mas medios de que dispongamos, mantener en un blanco impoluto ninguna cara del papel. Por ello para vivir la vida con plenitud, no es necesario hacer “puenting”, sino ser testigos y disfrutar de nuestro paso por la vida con sus cosas agradables y desagradables, buenas y malas, en el calor del Verano y en el frío del Invierno, en la Primavera y en el Otoño, que también estas estaciones existen.
            Esta falta de consciencia con la que nos movemos, potenciada por un ego egoísta, valga la redundancia, que tiende a empujarnos a lo fácil, lo cómodo, lo agradable y en resumen a lo que nos apetece, hace que vivamos anclados en el pasado, en lo bien que lo pasamos en Verano, a la espera de tener a la vista las próximas vacaciones, cuando nos enfocaremos ahora en un prometedor futuro. Lo penoso es que esta estructura de pensamiento se instala en otras facetas mas importantes de nuestra vida, y esta se nos pasa recordando o esperando, pero sin vivirla. ¿Que pasa con nuestra práctica del Karate-dô o de cualquier otra Práctica Integral (cuerpo/mente/espíritu)?
            Se nos llena la boca diciendo que el Karate-dô es mas que una actividad física, que es mas que un deporte, que es una forma de vida, que es para siempre, que es un Camino Vital a recorrer, etc, etc. Pero nos es lo mismo decirlo que practicarlo. El Karate- es ante todo una experiencia personal que nos ayuda, entre otras cosas, a Vivir la Vida de forma mas consciente y plena, disfrutando de lo agradable y de lo desagradable, de lo cómodo y de lo incómodo, del relax y del esfuerzo. Cuando es parte de nuestra vida, estará por tanto en nosotros no solo en el dôjô con nuestros compañeros, sino en todo momento y lugar, no solo será una técnica de lucha o una actividad física, sino que se confundirá con nuestros movimientos cotidianos, influirá por tanto en forjar una actitud especial, una visión de la Vida.
            Al igual que nuestra vida no termina con las vacaciones, aunque a veces el esfuerzo de las vacaciones pueden terminar con nuestra vida, la practica del Karate-dô no es una actividad para después de las vacaciones. No se descansa de la práctica, como no se descansa de la vida, en ambos casos, la practica y la vida, cesan, mueren. Para la práctica al menos existe la posibilidad de revivirla, pero ello necesitará de un esfuerzo especial. Ya sabemos que si abandonamos el carro en una cuesta no lo encontraremos en el mismo sitio. Yo lo aprendí en cierta ocasión con mi propio coche.
            Dicho todo lo anterior, terminadas las vacaciones, y a la espera del curso escolar, de las colecciones en los kioscos, del Otoño del Corte Ingles y de otros indicadores de un nuevo y “natural” ciclo vital, os invito a tener en cuenta la siguiente propuesta:
            No consideréis la práctica del Karate-dô como algo separado del resto de lo que hacéis a lo largo del día, de la estación o de la vida. En realidad nada está separado, nuestro ego hace separaciones para mantener alejado aquello que no nos gusta, pero al final nunca lo consigue. La práctica tiene muchas vertientes en todos los elementos que la componen, por lo que podemos continuarla con frío, con calor, con vacaciones o sin ellas, cansados o pletóricos de energía, siendo jóvenes o viejos, practicando o leyendo, meditando o charlando. Pero mi propuesta es que, hayáis seguido practicando o hayáis estado “descansando”, retomemos todos juntos el Camino invirtiendo un esfuerzo especial en ello o dándole un mayor impulso a la práctica. Juntos volveremos a empujar todos los carros que rodaron cuesta abajo.

Antonio Avila

lunes, 22 de agosto de 2016

EL KARATE DEL ZEN, EL ZEN DEL KARATE.

Morio Higaonna sensei en zazen
Como decía el conocido maestro de Yoga, Ramiro Calle, en la introducción de un ya viejo libro sobre el Zen y las Artes Marciales Japonesas (Ed. Cedel, 1968), para escribir sobre el Zen lo mas apropiado sería entregar un libro en blanco para que cada cual escribiese su propia experiencia, ya que todo lo que realmente puede escribirse sobre el Zen es precisamente eso: la propia experiencia.


En el Zen no hay nada sobrenatural, es un mapa que permite que cada cual recorra su propio camino. Personas corrientes con pasos normales van hacia la superación de la vulgaridad mundana y del vulgar estilo de vida egoísta, que no producen mas que sufrimiento y una vital desorientación. El maestro zen Tsuji Gestan (1647-1726) también maestro de espada (fundador de la escuela Mugen Ryu) decía que el Zen te enseña la importancia de la vida diaria. Enseña que la grandeza de la vida no radica en las cosas artificiales ni en las comodidades materiales (estamos hablando del siglo XVII), sino en la vida ordinaria, haciendo cosas ordinarias, de una manera ordinaria y es una desilusión creer que hay algo especial por el simple hecho de ser humanos y sentirnos superiores a otras formas de vida. Y lo que es mas importante, el Zen te muestra la realidad. La realidad es ver la vida desprovista de Ilusión, entendida la Ilusión como lo no real.

Maestro zen Taisen Deshimaru

El Zen no adoctrina, al contrario solo invita a que uno mismo recorra el camino y propone como método el zazen, solo sentarnos con nosotros mismos, sin estados de trance o alucinaciones, sin intereses personales, sin intención de logros… Solo desarrollar la consciencia del ser y del estar en cada momento, de la transitoriedad e impermanencia de todo lo que nos rodea a excepción del “aquí y ahora”.

La Iluminación, el satori, no son objetivos, no son estados excepcionales. El maestro zen Deshimaru decía: “El Satori es volver a las condiciones normales y comprender el sentido de todas las cosas de la vida sin coloración neurótica”. La experiencia del Zen es la consciencia ordinaria, el estado de alerta, la percepción abierta y directa, el control natural. Para ello debemos liberarnos de condicionamientos y visiones distorsionadas por las necesidades de un fuerte ego.


La practica del Zen está pues relacionada con la investigación sobre nosotros mismos y la relación con todo lo demás. Nos hace conscientes de la necesidad de una vida espiritual para enfrentarnos tarde o temprano a las verdades de la Vida. El maestro zen Nishiyama Kudo dice que el verdadero budismo es poner nuestra fe en la realidad, pero que esta realidad tiene dos aspectos: uno espiritual y otro material. Por ello se suele decir que el Zen no es ni racional ni irracional sino post-racional.

Daruma
Se atribuyen las siguientes palabras al mítico Bodhidharma (Daruma en jap.) considerado primer patriarca zen y origen de estilos de lucha y prácticas de Chikung (Kikô en jap): Conoce tu mente mediante la sabiduría interna y cuida tu cuerpo mediante la disciplina externa”. Este buen consejo, en nuestro caso, enlaza el Zen con el Karate-dô, convirtiéndose en una sola práctica.
 
No vamos a comentar la relación que siempre a tenido en Zen con las Artes Marciales japonesas, sino a centrarnos en la que tiene con el Karate desde que es Karate.

Algunos maestros okinawenses no ven clara esta relación y dicen que quién practica zazen para mejorar su Karate, es porque quizás su Karate no sea muy bueno. Desde otro punto de vista, otros opinan que el Zen no es diferente al Karate, pero no es para pelear mejor.

 Ambas disciplinas buscan conquistar el ego. Lo que se practica en el dôjô (de Karate o de Zen) es primeramente para lograr la victoria sobre uno mismo, requisito imprescindible para aspirar a vencer a otro, lo cual pasa entonces a ser secundario. Este es el sentido de su relación, no una simple estética de reglas y postureos, o de frases que solo “apestan a Zen”, una expresión que da a entender que no se comprende profundamente.

Karate y Zen coinciden totalmente en otros muchos elementos como la importancia del mokuso, el tanden, la respiración, la consciencia y la concentración. Ambos son esencialmente empíricos y animan a la practica, pues sin experiencia no hay aprendizaje real.

A continuación vemos algunos ejemplos y referencias de los maestros de Karate en relación al Zen:

Morio Higaonna sensei habla de que se cree que Chojun Miyagi sensei (1888-1953) se concentró mucho en las practicas ascéticas de la meditación zen. En su “Esbozo histórico del Karate” (Osaka, 28/1/1936) Miyagi sensei dice: “Al final hemos obtenido el lema correcto “mente primero y cuerpo después” que significa que Karate y Zen son lo mismo” Sin embargo Miyagi sensei no introdujo el Zen en el Karate de manera explícita.

Choki Motobu sensei (1870-1944) en “Watashi no Karate Jutsu” de 1933 habla de que la concentración y la tranquilidad de espíritu que proporciona el Karate es algo que tiene en común con el Zen.

A mediados de los años 20 Gichin Funakoshi sensei (1868-1957) comienza al practica del Zen con el abad Furukawa Gyodo en el templo Enkakuji de Kamakura (hoy en día existe en este templo una estela en su memoria con la inscripción Karate ni sen te nashi)
Shoshin Nagamine sensei: Matsubayashi-ryu

Shoshin Nagamine sensei (1907-1997) incorporó la practica de la meditación zen en sus clases, aunque decía que el Zen nunca influenció al Karate en el pasado.

Morio Higaonna sensei en su periodo de estancia en Tokyo dedicó un intenso esfuerzo a la practica y estudio del Zen. Como el mismo diría, llegó a la conclusión de que no era algo separado del Karate y que a través de la practica de este se podía seguir practicando Zen. Higaonna sensei mantiene una estrecha relación con Sogen Sakiyama Roshi de la secta zen Rinzai, quien fue alumno a su vez de Chojun Miyagi sensei en su juventud.

Sakiyama Roshi y Higaonna Sensei











Para terminar esta breve reseña daremos algunos consejos para la práctica del zazen, la meditación sentada, de la que se dice que es un kata con una postura única (K. Tokitsu).

En zazen hay dos instrucciones fundamentales: en la postura y en la respiración.
La postura perfecta en equilibrio perfecto, en inmovilidad y con el vientre (hara) libre.
Respiración armónica, abdominal y nasal. La lengua se pega al paladar.
Bodhidharma decía que “para ver un pez, se debe observar el agua”. Solo observaremos por tanto, desde nuestra solida postura y armónica respiración.

El maestro Kodo Sawaki en zazen
Pero pronto tomamos consciencia de que tenemos pensamientos que surgen de manera mecánica e inconsciente. De que son asociativos, valorativos y relacionados con nuestra emociones. Pensamientos que son creados por nuestro ego, con sus preferencias ilusiones, miedos, defensas, etc. Este ego no soy Yo, y aprendemos a dejar pasar los pensamientos como nubes. La mente llegará a disciplinarse en este sentido y podremos concentrarnos en la observación de nuestro verdadero Yo.

 “Las cosas son como son" decía el patriarca zen Eihei Dōgen.


Antonio Avila

lunes, 8 de agosto de 2016

WORLD BUDO SAI 2016 OKINAWA


En primera fila Bakkies sensei (8º dan) Higaonna sensei (10º dan) y Nakamura sensei (7º dan)

El pasado mes de Julio se celebró en Okinawa el Word Budo Sai de la I.O.G.K.F. bajo la dirección del gran maestro Morio Higaonna.


Unos mil doscientos karatekas de todo el mundo se congregaron en la ciudad de Naha con motivo de este evento. 

Como representante de nuestra Asociación Malagueña, un año mas nuestra mas internacional compañera, Ana López (3er Dan), viajó a Okinawa con el grupo de IOGKF España.

IOGKF España
En los días previos al acontecimiento hubo la oportunidad de entrenar en el Honbu Dôjô.












 
Ana golpeando la archiconocida columna del dôjô de Higaonna sensei


Con Linda Marchat sensei (7º dan)

Foto con los sensei
Kanazawa sensei también asistió al evento

Higaonna sensei en el Sayonara Party
Ana con Yamashiro sensei





Sensei Luis junto a Erik Higaonna y nuestra entrañable amiga Tsuyaku Kinjo
En el Palacio del castillo de Shuri




Todos hemos ido un poquito con Ana en este viaje y nos sentimos alegres de que ahora comparta sus experiencias con nosotros.

Gracias Ana sensei