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miércoles, 3 de agosto de 2022

QUERIDO BALDOMERO

 



2 de agosto de 2022

Querido Baldomero:

    Hoy he tenido la gran suerte de hacer juntos nuestro último bunkai. El destino ha querido que estuviera contigo en el momento de iniciar tu nuevo camino para conseguir el dan más preciado, el de la eternidad.

             Recuerdo cuando empezamos, allá por los años 90 la andadura del karate y de nuestra amistad. Éramos unos “imberbes”, pero paso a paso, clase a clase fuimos aprendiendo, sedimentando las enseñanzas que fuimos recibiendo, tanto de los diferentes Senseis como de tantos y tantos compañeros, primero de Shotokan y más tarde de nuestro Goju-Ryu.


    ¡Qué ganas tenías Baldo!, ¡Qué fuerza! Cuando después de un día de duro trabajo, rulo arriba, rulo abajo, escalera arriba, escalera abajo, ibas a entrenar y después, como si nada, te ibas a pintar un piso en Playamar, por la noche.


            Un trabajador nato, un karateka de verdad, duro, incansable y un compañero y amigo como nadie.

             ¡Baldomero!, ¡Aquí estoy!, ¿Qué necesitas?, esa era tu respuesta, para lo que fuera.

    Fueron pasando los años y con ellos descubrimos nuevas facetas tuyas:

             Contando unos chistes e historias increíbles, con esa gracia sevillana y “der” Betis, que no se podía aguantar. Nos hiciste reír muchas, muchas veces y pasar unos ratos estupendos que serán inolvidables e insustituibles.

             En cuanto a tu faceta culinaria, ¡ni te cuento! Recuerdo cuando nos dabas aquellas recetas, casi siempre con garbanzos. Había que llevar papel y lápiz para apuntarlas, sobre todo en los viajes a Murcia, cuando íbamos a entrenar o en los nacionales.

             Y no conforme con eso, además, nos preparabas tus especialidades: Fabes asturianes, queso de Cabrales, chorizos asturianos y ¿los gambones?, los gambones tenías que “afeitarlos”, si no, no eran gambones. ¡Qué grande! ¡Y de los caracoles! No creo que encontremos jamás caracoles con el tamaño estándar de Baldo. Y de la sidra escanciada a lo asturiano por un sevillano, ¡ni hablamos, Baldo!


            Pero, el devenir de la vida nos juega malas pasadas y por ser duro en el trabajo y esforzarte en el karate, te fueron quedando secuelas que llevabas con total entereza. Nunca te has quejado de los dolores que “no” tenias, en las caderas (ya desde Shotokan), en las rodillas y en las lumbares. ¡Baldomero, andas un poco cojo!, ¡Pues yo, no noto nada!, era tu respuesta.

             Que sepas que todos tus compañeros de la gran familia del karate nunca te olvidaremos. Quedas como un ejemplo a seguir por tu constancia y tu comportamiento con todos, dentro y fuera del tatami.

          Seguro que cuando vayamos a visitarte, allí donde estés, nos estarás esperando para obsequiarnos con alguna de tus especialidades. Yo, me pido una de caracoles Baldo, pero “así” de grandes.


            Hasta siempre Baldomero, compañero, amigo, hermano.

 

                                                                                                          Carlos


martes, 2 de agosto de 2022

NUESTRO GRAN AMIGO BALDOMERO


    Fue cuando comenzamos a impartir clases en el Gimnasio Arte y Deporte, hace ya unos veinte años, que conocimos a Baldomero Espín Rodríguez. Él era ya cinturón negro de Shotokan y mantenía en el tatami, junto a su entrañable compañero Carlos, un solitario y constante entrenamiento. De inmediato se integró en el grupo y pasó a la escuela Goju-Ryu.

Baldomero en sus comienzos en el karate Shotokan


Reconocimiento a Carlos y Baldomero como los dos primeros alumnos de la Asociación Malagueña de Goju-Ryu


Reencuentro con Panagiotis su primer sensei de Goju-Ryu (2018)

    Pronto nos cautivó con su buena actitud, su buen humor y su gusto por la cocina, llegando a ser una institución en la asociación, siendo apreciado y querido por todos, tanto en Torremolinos como en toda España, como nos lo demuestran los incesantes mensajes de pésame que estamos recibiendo tanto de maestros como de alumnos que le conocieron.



















    
    Nos quedan sus comentarios e ideas sobre el Karate y sobre los “imberbes” que no lo practicaban bien. Nos quedan sus historias del “bicho”, de su perro, de su conejo Popy, de sus aventuras por Bélgica y tantas otras que nos hicieron reír hasta llorar. Nos quedan sus recetas de los garbanzos, de la fabada y el cachopo, de los caracoles y de los langostinos “afeitados”. Nos quedan sus circunloquios para convencernos de que el camino más corto para volver de Sevilla era pasando por Utrera, y ya que pasábamos, ir a comprar unos cuantos “brazos de gitano”. Nos quedan las “fiestas de Otoño” que organizábamos con las viandas que traía tras sus veraneos en Asturias, donde no faltaba el chorizo, la sidra y el cabrales. Pero sobre todo nos queda el recuerdo de una persona generosa y dispuesta a ayudar a sus amigos, cuya experiencia de la vida y su especial forma de verla provocaba siempre una sonrisa, pero si recordabas después sus palabras, siempre podías reconocer un poso de sabiduría.
    
    Ya te echamos de menos amigo. Hasta siempre.

Recibiendo su diploma de tercer dan.(2016)




















En el Ichiban Dojo. (Enero de 2019)


Practicando con Carlos (El Bosque, 2008)






































En el papel de Melibea (Cazorla, 2016)

En plena pandemia. "Bichitos a mi... no, een!!"



Contando una de sus historias

Siempre con un chiste preparado















Compartiendo recetas

















Fabada para todos (2015)

Choricillo asturiano (2017)

Sus famosos langostinos "afeitados (2018)


2013


2014






Nuestro último viaje por Utrera (2021)