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martes, 4 de julio de 2017

DESPEDIDA A UN QUERIDO MAESTRO

A la izquierda Akihiro Mieno sensei junto al maestro Eizo Fujita

La triste noticia del fallecimiento del maestro Akihiro Mieno llegó desde Japón hace unos días. A pesar de solo haber recibido algunas clases de él, prácticamente desde mis comienzos en el Karate siempre ha sido para mí una referencia y he tenido una especial relación con su dôjô y con sus alumnos mas antiguos. Guardo recuerdos, que por ser siempre agradables y especiales, me gustaría en estas circunstancias y en su memoria, poder compartirlos con todos.

En el año 1976, con catorce años, comencé a practicar en el Karate Club Málaga y apenas había conseguido mi cinturón amarillo, una tarde, al llegar al dôjô, mi maestro, Jesús Espiga, me advirtió: “En el tatami hay un maestro japonés. Nada mas entrar, dirígete a él y lo saludas con respeto”. Mi curiosidad e inquietud fue desde ese momento en aumento pues nunca había visto en persona a un karateka japonés, es más, ¡ni a un japonés! Me puse el karategi rápidamente y entré al tatami. Mi primera imagen del maestro Mieno fue verle golpeando el makiwara. Me impresionó como la tabla se doblaba con sus potentes mawashi geri. Me acerqué a él y nos saludamos. Me dirigió unas palabras en japonés, supongo que un “buenas tardes”. Luego me quedé sentado observándole hasta que comenzó la clase.

Mieno sensei nació en la ciudad de Oita en la japonesa isla de Kyushu en Agosto de 1946. Se inició en el Karate Itosu-Kai con Akira Kitamura sensei, discípulo de Ryusho Sakagami sensei, fundador de esta línea del Shito-Ryu, con el que también entrenó. Al parecer su interés por venir a Málaga se lo inculcó un malagueño estudioso de la cultura japonesa que conoció en Oita.
A los pocos meses de llegar a nuestra ciudad y de compartir con él algunos entrenamientos, todos pudimos conocer su carácter afable y abierto, ganándose nuestra simpatía y respeto, siendo conocido por todos como “Aki”, fuera del tatami, y como sensei, dentro de él. Aprende el español en tiempo record, llegando con el tiempo a dominar incluso los difíciles giros y dobles sentidos propios del andaluz.

Foto para un reportaje













En el Karate-Club-Málaga comenzaría a impartir sus propias clases, aunque sus mas antiguos alumnos recuerdan los entrenamientos en su domicilio del Parque del Sur. Formado un grupo, en 1977 decide abrir su propio dôjô, el hoy histórico Kuro-Obi, que estuvo primero ubicado en la calle San Juan Bosco y en 1979 pasó a su actual ubicación en la calle Federico Chueca. En este dôjô, de grandes dimensiones, se formaron grandes karatekas con los que he tenido la suerte de poder compartir entrenamientos y experiencias, pues aunque nuestros caminos han sido paralelos, también muy cercanos, y en la actualidad algunos de ellos los cuento entre mis amigos.

Entrenamiento compartido en el dôjô Kuro-Obi
El maestro Mieno, “Aki”, se dedicó en cuerpo y alma a difundir el estilo Itosu-Kai, no solo a través de la transmisión a sus alumnos de los grandes valores del Karate, sino también con una intensa actividad en otros dôjô, en la Federación Malagueña y en programas de divulgación.  Su trabajo en este sentido culmina cuando en 1991 creó la Asociación Española de Karate-do Itosu-Kai.
Mieno sensei junto a Javier Brieva en la grabación de un programa para Procono TV

A finales de 1979 abre sus puertas el Gimnasio-Club-Brieva y Mieno sensei impartiría clases también en este prestigioso dôjô a partir de 1980, hasta 1992, año de su cierre. Allí tuve la suerte de verle a menudo, pues yo impartía una clase a una intempestiva hora de la mañana, y a veces coincidía con él practicando Karate o Kobudo, con alguno de sus alumnos o con Muraishi sensei, también profesor del dôjô pero del estilo Gensei Ryu. El Karate de sensei Mieno era sólido y efectivo y así nos lo hacía sentir en el kumite, pero también era generoso y paciente en sus explicaciones.
Cuadro de profesores de Artes Marciales del Gimnasio-Club-Brieva
En 1995, por motivos familiares, tuvo que regresar a Japón. Ya, aquella despedida nos dejó un gran vacío, aunque con la esperanza del reencuentro. Hoy, se ha ido definitivamente, y puedo comprender la tristeza de los que más compartieron con él: sus alumnos y mis amigos.
Su legado no solo queda en el recuerdo de los que le conocimos, sino también en la enseñanza viva de sus alumnos.
Hasta siempre Maestro…

Antonio Avila

1 comentario:

  1. No sabía de la perdida del sensei aki, yo también fui alumno de el en dijo kuro obi, como dices gran sensei tanto que se fue dejando un gran legado de karatecas.

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