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lunes, 25 de septiembre de 2017

EL KARATE EN LA DAI NIPPON BUTOKUKAI (大日本武徳会)

Bharat Chablani delante del Butokuden de Kyoto, 2017

La Gran Sociedad Japonesa de las Virtudes Marciales o Dai Nippon Butokukai o simplemente Butokukai se crea en Kyoto en 1895.

Esta organización gubernamental, amparada por el poder del recién instaurado emperador Meiji, tenía el objetivo de consolidar, a través de las Virtudes Marciales, la ideología y la identidad del nuevo Japón, basada en el esfuerzo personal en pro de la Nación y del Emperador. Los ideales del Bushido eran promovidos a la vez que la práctica de las disciplinas marciales.

La elección como sede de la antigua capital imperial establecía un vínculo con la Historia a la vez que una relación espiritual con el Emperador que se reforzó con el nombramiento como “presidentes” (sosai) de la Butokukai de miembros de la familia imperial. El primer sosai, nombrado el 5 de Septiembre de 1896 por el Emperador, fue el príncipe Komatsumiya Akihito, comandante del Ejército Imperial.

La Butokukai planteó la consecución de las siguientes metas:

La preservación y promoción de las Artes Marciales japonesas, conservar sus materiales históricos (documentos, armas, etc), promocionar investigaciones publicando un boletín, y construir un gran edificio en Kyoto dedicado a la práctica de las Artes Marciales, donde se celebraría anualmente un festival (Butoku Sai).


En octubre de 1896 la asociación celebró su primera Butoku Sai que incluyó demostraciones de Kendô y Judô, en unas improvisadas instalaciones temporales.

En 1899, se completó la construcción del espléndido edificio del Butokuden, junto al Santuario Heian, convirtiéndose en la sede de la Butokukai, y el centro mas prestigioso de Artes Marciales de todo Japón, atendido por grandes expertos de todas las disciplinas.
El escudo de la Dai Nippon Butokukai, incluye la flor de crisantemo de ocho puntas de color dorado, flor nacional asociada al Emperador. En el centro los kanjiBUTOKU”: las “Virtudes Marciales” de los antiguos samurai. Mas abajo el arco y las flechas, las primeras armas que fueron representativas de los guerreros japoneses. Este escudo y sus elementos se prestan a múltiples y extensas interpretaciones de su simbología.

Junto al Butokuden, en el año 1911 se abrió el llamado Bujutsu Semmon Gakko (Escuela Profesional de Artes Marciales), donde inicialmente se enseñaba Kendô y Judô, junto a estrategia, historia, filosofía y otros estudios académicos complementarios y se certificaba y acreditaba la formación profesional en Artes Marciales. La estructuración del aprendizaje que ya tenían el Judô y en Kendô, se impuso como condición para el ingreso de otras Artes Marciales. Mas tarde, con el auge del deporte, se debían establecer también formas de competición.
Raul Ruíz y Bharat Chablani en el Butokuden de Kyoto, 2017
La Butokukai creó los grados para maestros (Hanshi, Kyoshi y mas tarde Renshi) que reconocían no solo el nivel técnico, sino también el progreso espiritual y moral dentro del Budô y su contribución al mismo. Mas tarde se aplicó el sistema de cinturones y dan (1917), los uniformes, los sistemas de arbitraje, etc.

La escalada militarista que desembocaría en la participación de Japón en la II Guerra Mundial, encontró en el Bushidô el mejor ideario. Las virtudes marciales ya no eran patrimonio de los samurai, los nuevos Budô permitían formarse en cuerpo y espíritu, y así se formaban ciudadanos que, llegado el caso, darían su vida por la patria y el Emperador. La Butokukai controlaba todo lo relacionado con cualquier Arte Marcial, además, coordinándose con el Ministerio de Educación, llevaron los nuevos sistemas a las escuelas, expandiéndose así la práctica del Judô y el Kendô fundamentalmente. Así en 1911 eran ya obligatorios en todas las escuelas secundarias. En esta línea, en 1919 la Butokukai incorporaría el sufijo “” para llamar la atención sobre la vertiente espiritual de la práctica en la formación de la persona.

Raul Ruíz practicando Kendô. Butokuden, 2017


Poco tiempo después de ser fundada la Butokukai empezaron a crearse filiales en las prefecturas, siendo sus gobernadores los directores. En 1906 ya se había establecido en 42 prefecturas, y se construían grandes dôjô que se llamaron Butokuden como el de Kyoto.

Okinawa era prefectura desde 1879, y aunque sus gobernadores continuaron siendo nombrados fuera de Okinawa, por lo que eran afines a la política reinante, el Karate no fue reconocido por la Butokukai hasta el año 1933, como arte marcial japonés, a pesar del reconocimiento a determinadas escuelas y maestros, como al Maestro Chojun Miyagi que ya en 1931 había registrado su escuela Goju-Ryu.

El Tode, todavía no nombrado Karate, tuvo grandes dificultades para ingresar en la Butokukai derivados de su origen chino-okinawense y de sus propias características en cuanto a estructura y métodos de enseñanza.

El Tode no pertenecía a las antiguas tradiciones de lucha japonesas, y los primeros maestros que lo exportaron desde Okinawa en los años 20, tuvieron enfrentarse a actitudes xenófobas que obligaron a hacer pequeños y grandes cambios, para darle un aspecto mas “japones”, como el mismo nombre de Karate, la uniformidad, la estructura de grados o la nomenclatura.

En cuanto a la estructura, el Tode no estaba unificado, había casi tantas líneas como maestros, y cada uno con su propia forma de enseñar y de entender su arte. Tampoco existía la posibilidad de realizar competiciones deportivas, pues se consideraba demasiado peligroso al no existir normas, a pesar del carácter competitivo de los okinawenses que se medían en su propia lucha “sumo”, tirando de una gigantesca cuerda o en regatas de barcos-dragón, por ejemplo.

La supervivencia del Tode, tanto como forma de lucha como de patrimonio cultural, pasaba por ingresar oficialmente en la Dai Nippon Butokukai, y desde principios del siglo XX, la labor de muchos maestros se encaminó, de manera no siempre consciente, a conseguir este objetivo.

En el ámbito militar el Tode llamó la atención por el excepcional estado físico de los reclutas que lo practicaban (recordemos el alistamiento de Kentsu Yabu y Chomo Hanashiro) y por la efectividad de sus técnicas, demostradas en diversas ocasiones ante altos cargos de la Armada Imperial que visitaron Okinawa.

En el ámbito educativo, es de destacar el esfuerzo del maestro Ankô Itosu para adaptar al Tode con el fin de introducirlo en las escuelas como ejercicio físico. Este aspecto junto al gran potencial del Tode como disciplina del Budô, fue captado de inmediato por el maestro Jigoro Kano, fundador del Judô, personaje de gran influencia política y muy vinculado, al menos institucionalmente, a la Butokukai, de la que fue presidente (1899). El maestro Kano se interesó en el desarrollo del Toda manteniendo relación con maestros de Okinawa y facilitando no solo que realizaran exhibiciones en Japón sino que algunos de ellos se establecieran, como hizo el maestro Gichin Funakoshi, quien ya en 1917 realizó la primera exhibición de Tode en el Butokuden de Kyoto.

La difusión del Tode/Karate en Tokyo, Kyoto y Osaka por maestros de Okinawa, fue fundamental para su conocimiento y la posibilidad de ingreso en la Butokukai. Maestros como el citado Gichin Funakoshi, quizás el mas importante en este aspecto divulgativo en Japón, Choki Motobu, Chojun Miyagi y Kenwa Mabuni entre otros.

El contacto del Tode con artes como el Kendô, el Judô o el Jujutsu, le aportó ideas para su estructuración pedagógica, y sobre todo entusiastas practicantes japoneses que trabajaron en pro del nuevo Karate. Entre ellos podemos destacar a Hironori Ohtsuka, Yasuhiro Konishi o Gogen Yamaguchi. También fue de gran importancia el establecimiento del Karate en las universidades.

Reunión de maestros de Karate de la Butokukai en 1938. En la foto se observan en la primera fila de izquierda a derecha Tatsuo Yamada estudiante de Motobu y fundador del Nihon Kenpo Karatedo y uno de los padres del Kickboxing, Hironori Ohtsuka (fundador del Karate Wadoryu y alumno de Funakoshi), Yasuhiro Konishi (fundador del Karate Shinto Jinen ryu y alumno de Funakoshi), Sannosuke Ueshima (fundador del Karate Kushinryu alumno de Motobu) y Kenwa Mabuni (funndador del Shitoryu). En segunda fila (4º de la izquierda), Gogen Yamaguchi (Goju Ryu) última fila (primero desde la izquierda), Neichu So (alumno de Gogen Yamaguchi y maestro de Masutatsu Oyama)


En Diciembre de 1933, el renombrado “Karate” ya dotado de una teoría de procedencia mas indígena que china, uniforme, sistema de enseñanza, profesores reconocidos y de un rudimentario sistema de competición, ingresa como hemos dicho en la Dai Nippon Butokukai como arte japonés. De inmediato se contempló además la posibilidad de la construcción de un Butokuden, y se inició una campaña de recaudación de fondos a cargo de entidades interesadas en las Artes Marciales, como el Departamento Prefectural de Policía. En 1939 se estrenaba el flamante edificio con una demostración que incluyó Judô, Kendô y por supuesto Karate-dô.

Butokuden de Naha, antes de la guerra
Sin embargo el Karate, lejos de unificarse, mantiene hasta la actualidad una gran variedad de interpretaciones y tradiciones, que lo hacen mantenerse dividido en multitud de escuelas y organizaciones mantenidas a veces por nobles razones de preservación del patrimonio cultural, a veces por ideas de evolución y cambio, a veces por intereses nacionales-deportivos y a veces por razones mas bajas y simples como el prestigio o el mero interés económico.

Pero volviendo a nuestra historia y en lo concerniente a nuestra escuela Goju-ryu, el maestro Chojun Miyagi tuvo un gran protagonismo, pues su investigación constante hizo que su escuela consiguiera una entidad propia siendo la primera que fue reconocida por la Butokukai. El maestro Miyagi recibió a lo largo de su vida el reconocimiento de esta organización siendo nombrado delegado en Okinawa (1934), y recibiendo el grado de Kyoshi (1937) y después el de Meiyo Shihan (Profesor/Mestro de Honor)

Una vez que Japón se rindió incondicionalmente a las fuerzas aliadas en 1945, el gobierno de ocupación prohibió todas las organizaciones que se consideraron responsables de la promoción del militarismo. El primer ministro Hideki Tojo fue jefe de la Butokukai durante la guerra, por lo que fue disuelta y cerradas todas sus filiales y confiscados sus bienes en Septiembre de 1946.

Los edificios Butokuden que se mantuvieron en pie fueron reutilizados. El de Kyoto fué cuartel general de las fuerzas aliadas hasta 1950 y luego tuvo varios usos (delegaciones del Gobierno, Departamento de Policía, escuela de koto), hasta que en 1970 fue declarado Tesoro Nacional. En 1987 fue restaurado a su estado actual y rodeado por nuevas instalaciones.














Salas anexas del Butokuden de Kyoto, 2017

El de Naha, milagrosamente sobrevivió a la batalla de Okinawa mientras cumplía la función de depósito de municiones.



En 1947, algo restaurado se convirtió en club de oficiales, en 1949 fue utilizado como edificio del gobierno y a partir de 1959 fue destinado al Departamento de Policía como lugar de entrenamiento de artes marciales.



Practicantes de Kendô en Butokuden de Naha en 1958

 Finalmente en 1989 fue derribado para la construcción del moderno edificio de la Asamblea Prefectural de Okinawa, donde hoy en día podemos ver en uno de sus jardines un pequeño texto en recuerdo del antiguo edificio.


Tras el Tratado de Paz de San Francisco en 1951, Japón recuperó su soberanía, y en 1953 la actual Dai Nippon Butoku Kai se restableció con un nuevo sentido de la preservación de las antiguas tradiciones marciales, mas relacionado con una práctica cultural y educativa al servicio de la sociedad. A pesar de este nuevo papel y su difusión por otros países, la gran cantidad y fuerza de organizaciones internacionales y nacionales de carácter deportivo y tradicional han hecho que su influencia decline en favor de ellas.

Antonio Avila


1 comentario:

  1. Felicitaciones muy ilustrativo e interesante material. Quisiera saber cómo puede hacerse contacto con la DNBK para fines de investigación científica en el Karatedo. Gracias

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