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domingo, 23 de agosto de 2020

BODHIDHARMA EN CHINA: EL DIALOGO CON EL EMPERADOR WU-DI


En una entrada anterior dejamos la historia de Bodhidharma a punto de iniciar el viaje a China.

Cerrada la ruta comercial por las invasiones de los hunos, Bodhidharma se embarca en el puerto de Mahabalipuram, recorriendo el sur de la India y la península maláyica; tarda unos tres años en llegar al puerto de Nanhai, en el sur de China, dándose diversas fechas para su llegada entre el 464 y el 521.

Cuando desembarcó en la ciudad del puerto de Cantón, fue recibido por un gran número de personas que deseaban oír hablar a este monje tan famoso pero, en lugar de hablar, Bodhidharma se sentó y empezó a meditar por varias horas y cuando terminó se levantó y se fue sin decir una palabra.




Bodhidharma predicó la naturaleza de su misión expresada en los siguientes términos: «Una transmisión especial fuera de las escrituras, con ninguna dependencia de las palabras o de las letras, dirigiéndose directamente hacia el alma del hombre, contemplar su propia naturaleza y realizar el estado de buda».

Sus acciones tuvieron un gran efecto en la audiencia; algunos rieron, otros lloraron, hubo gente que se molestó y algunos movieron la cabeza como signo de entendimiento pero todo el mundo, de una manera u otra, reaccionó. Su fama hizo que fuese requerido a la capital, Chienkang (ahora Nanking) por el Emperador Wu Di 武帝(nombre póstumo de Xiao Yan (464-549 d.C) iniciador de la dinastía Liang ().


Emperador Wu Di
           El Emperador Wu Di tenía un profundo respeto por las letras y los letrados. Honró primero a Confucio levantándole un templo en Nankíng, su capital. Luego se convirtió al budismo y terminó su vida ordenándose monje.

         Posteriormente, en la dinastía Tang (618-907) se describiría así su encuentro:
El emperador preguntó a Bodhidharma:

– Desde que ascendí al trono, he promovido la construcción de templos, la transcripción de sutras y la ordenación de monjes. ¿Qué mérito he obtenido?
– ¡Ningún mérito  en absoluto!
¿Porqué ningún mérito?
Todas estas cosas no son mas que motivos impuros para obtener mérito; a lo sumo hacen madurar el magro fruto de un renacimiento humano o como deva (deidad). Son como sombras que siguen a las formas, que carecen de realidad propia.
El emperador dijo: Entonces ¿de que clase es el verdadero mérito?
Contestó: Es el conocimiento puro, maravilloso y perfecto. Su esencia es vacuidad. No se puede ganar un mérito así a través de medios mundanos.
Entonces el emperador preguntó: ¿Cuál es el primer principio de la verdad sagrada?
El maestro replicó: Vasta vacuidad, nada sagrada. (kakunen musho)  
El emperador dijo: ¿Quién está frente a mí?
El maestro replicó: No lo sé.



Todos los actos generosos con un sentido del “yo” lo enredarían cada vez más en el Samsara. Bodhidharma habla de la vacuidad no como un concepto sino como una experiencia. Los budistas estaban en China demasiado ocupados debatiendo sobre las escrituras y sobre conceptos como la Cuatro Nobles Verdades. Pero la práctica del Chan lleva a la realización de que todas las cosas están desprovistas de esencia, de un yo independiente. Para el monje venido de la India, esto no era una cuestión a la que se pudiera llegar mediante la comprensión racional, mediante conceptos o palabras, sino mediante la experiencia propia de la meditación. El emperador estaba lleno de estos conceptos que enturbiaban su mente y lo distraían de la propia experiencia.

No hay nada a lo que aferrarse como sagrado, y eso es lo que hace que todo sea sagrado. Esto se debe a que el apego está en la raíz de la misma impiedad. La ruptura de todo condicionamiento mental, de todo prejuicio, eran necesarios para alcanzar el Budhado. Las acciones buenas hechas por alguien son meritorias siempre y cuando sean hechas sin espíritu de provecho propio, la idea de Mushotoku era en esos años todavía desconocida aunque estaba contenida en los sutras que se recitaban en los templos y la corte. Esto muestra claramente que la experiencia de la consciencia profunda no puede ser alcanzada desde el intelecto.

 Indudablemente estas nuevas ideas fueron revolucionarias en la China antigua y al principio no fueron recibidas con agrado.

Finalmente, su respuesta ante la última pregunta del emperador es la respuesta del que se ha vaciado a sí mismo de conceptos e ideas. Por lo tanto, Bodhidharma no puede responder a esa pregunta. El sabe quién es, sin embargo su forma y pensamiento van y vienen, nada permanece como el verdadero Bodhidharma, no hay nada que señalar y decir: “esto es Bodhidharma”.

El emperador quedó muy desilusionado con la visita de Bodhidharma, de quien esperaba grandes alabanzas por su patronazgo del budismo, y despidió al monje. No supo entender que, para Bodhidharma, la realización de actos de naturaleza transitoria movido por el deseo de adquirir mérito y popularidad no eran algo digno de mención, y que el verdadero mérito residía en la búsqueda de la iluminación y del verdadero entendimiento a través de la meditación.

Se dice que, después de haber despachado a Bodhidharma, el emperador Wudi se arrepintió y lloró amargamente.
         También que cuando se enteró de su muerte, hizo la siguiente inscripción:
“¡Pobre de mí! Lo vi sin verlo;
Lo conocí sin conocerlo;
Lo encontré sin encontrarlo;
¡Ahora me arrepiento profundamente!


 
Bodhidharma sobre el río. Kawanabe Kyōsai 河鍋暁斎 (1831–1889)
             Este incidente con el emperador hace que por prudencia cruce el Yangtzé para ir hacia el norte. Para ello dice una leyenda, de cuya primera referencia tenemos en el 1108 extendiéndose en el siglo XIII, que lo hizo sobre una caña o un junco. Además de la referencia de “cruzar a la otra orilla” está en relación al dicho de que muchos recorren la orilla, pero pocos cruzan el río. El hacerlo sobre una simple caña, puede simbolizar varias cosas. Además de ser una proeza milagrosa de quien navega sobre una caña dominando la atención plena y controlando los vientos interiores, también se interpreta como una navegación suave sobre las aguas del Samsara. En Japón, Daruma (en una representación de Bodhidharma) era un protector contra enfermedades epidémicas, y el acto de poder hacer esto le daba categoría de deidad. A su vez, las deidades epidémicas estaban relacionadas con el agua.

AMGK

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