Hace
algunas semanas tuve el placer de asistir a una conferencia online impartida
por el profesor David Almazán de la Universidad de Zaragoza, organizada por la
Fundación Japón. (https://www.youtube.com/watch?v=hRhx2uMKkRI).
Al
profesor Almazán ya tuve la suerte de escucharle hace un par de años con motivo
de una exposición sobre la estampa japonesa que se celebró en el Museo del
Grabado Español Contemporáneo de Marbella. (http://malagagojuryu.blogspot.com/2018/09/estampa-japonesa-imagenes-del-mundo.html).
La conferencia online versaba sobre las "Treinta y seis vistas del monte
Fuji" ( 富嶽三十六景, Fugaku Sanjūrokkei), la serie de
grabados de Katsushika Hokusai (葛飾 北斎
1760-1849)
publicadas entre 1830 y 1833, conocida entre otras cosas porque incluye las
famosísimas estampas de la “Gran Ola de
Kanagawa” o la del “Viento del Sur en el claro amanecer”.
Una
impresión moderna de “Gaifu Kaisei” “Viento del Sur en el claro amanecer”.
Lo cierto es que a medida
que transcurría la exposición muchos de los datos de la época concreta me eran
familiares y en seguida caí en la cuenta de haber leído y visto otra serie de
Hokusai, menos conocida, pero muy atrayente para los interesados en la historia
de Okinawa y de su antiguo reino de Ryûkyû. Me refiero a las “Ocho vistas de Ryûkyû” (琉球 八景, Ryûkyû
hakkei). Pensé que podía ser interesante hablar de ellas como excusa para
dar a conocer algunos hechos y lugares históricos, en la época de personajes
tan importantes en la historia de la formación del Karate como Sokon Matsumura.[1]
Las
“Ocho vistas de Ryûkyû”, fueron
editadas en 1832 con motivo de la visita a Edo de la embajada del clan Shimazu,
y cuando Hokusai estaba implicado en la producción de las "Treinta y seis vistas del monte Fuji"
que se empezaron a editar un año antes, siendo estos años considerados como un
periodo álgido en su creación artística.
Pues bien, tras la conquista del reino de Ryûkyû, el rey
Shô Nei (尚寧), junto a consejeros y funcionarios, fueron llevados a
Kagoshima (Kyushu), y más tarde a Edo ante el shogun Tokugawa Hidetada (徳川
秀忠),
considerándose esta la primera misión de tributo de los súbditos de Ryûkyû.
Desde entonces hubo una representación del reino en las embajadas que Satsuma
enviaba de manera regular para rendir
pleitesía al shogun y cumplir con el sistema del sankin kôtai (参勤交代"servicio
alternado"), que obligaba a los daimyo a residir de forma periódica en
Edo. Aunque también tenían la misión de felicitar a un nuevo shogun o ratificar
el ascenso de un nuevo rey de Ryûkyû.
En la de 1832, gobernando en Japón el shogun Tokugawa Ienari (徳川 家斉), el rey Shô Iku (尚育) de Ryûkyû, envía un séquito que encabezaba el príncipe Tomigususuku, como se puede ver en el pergamino de procesión que se conserva en el Museo Nacional de Kyushu en Dazaifu, el cual inmortalizó este acontecimiento.
Detalle del documento del Museo
Nal. de Kyushu.
La
llegada de las embajadas a la capital constituía un gran evento pues su
numeroso cortejo formaba grandes procesiones. En la del clan Shimazu para
subrayar que eran los únicos en poseer la fidelidad de un reino extranjero, se
enfatizaba a los exóticos súbditos de Ryûkyû con sus vistosos trajes, sus
estandartes, sus artes y su lengua, despertando un gran interés entre los edokko (江戸っ子 habitantes
o nacidos en Edo), animándoles a conocer más de este remoto reino o de tener un
recuerdo del acontecimiento.
Los
editores respondían a esta demanda con libros ilustrados y estampas sueltas que
describían los paisajes de Ryûkyû. En este contexto es en el que se crean las “Ocho vistas de Ryûkyû”, diseñadas
por Hokusai y editadas por Moriya Jihei.
“Ocho
vistas de Ryûkyû”. En el Museo de Arte de Urasoe (Okinawa) puede contemplarse
la serie completa. También posee pruebas de impresión.
Sin embargo Hokusai nunca
visitó las islas de Ryûkyû, y como en otros muchos ejemplos de su dilatada obra
se inspiró en la obra de otros autores. En el caso de las “Ocho vistas de Ryûkyû”, utilizó una obra china; el Liúqiú-guó zhìlüè (琉球
国
志
略, Ryūkyū-koku shiryaku, traducido como
“Breve Historia del Reino de Ryûkyû”). Escrito por Zhou Huang,
embajador adjunto de la misión china a Ryûkyû de 1757, además de recopilar
hechos históricos basados en informes de anteriores misiones, incluía usos y
costumbres y una serie de imágenes de lugares famosos. Hokusai utilizaría este
texto reimpreso en 1831.
Las imágenes originales estaban en blanco y negro, y
Hokusai aunque respetó en líneas generales la composición original, les da
color y recrea el exótico ambiente imaginado por él, cambiando estilos
arquitectónicos o incluyendo elementos como embarcaciones, diminutos personajes
e incluso nieve.
Algunas de las características de la obra de Hokusai,
como mostrar la vida cotidiana de los personajes que aparecen en sus paisajes,
y presentarlos desde un punto de vista relativamente bajo haciéndolos cercanos,
cambia a una perspectiva alta y lejana, quizás para dar una sensación al
espectador de que contempla el paisaje de un país desconocido y remoto,
compuesto de pequeñas islas enmarcadas entre el cielo, el mar y la bruma.
(continuará)
Antonio
Avila
Bibliografía sobre Hokusai:
ALMAZÁN, DAVID: “Katsushika
Hokusai. 36 Vistas del Monte Fuji”. Sans Soleil Ediciones, Vitoria-Gasteiz,
2019.
MOURELO, SUSO: “El
Japón de Hokusai”. Ed. Quaterni, Madrid, 2019.
THOMPSON, SARAH E.: “Hokusai´s
Landscapes”. MFA Publications. Museum of Fine Arts. Boston, 2019.
[1]
Sokon Matsumura fue un importante personaje en el desarrollo de las artes
marciales de Ryûkyû, siendo alumnos suyos muchos de los más importantes
maestros del Shuri-Te. Sirvió como guardia real y embajador bajo los reyes Sho
Ko, Sho Iku y Sho Tai.
No hay comentarios:
Publicar un comentario