Con una reproducción del Jungai sekishô de Hokusai |
Una de las estampas
de las “Ocho vistas de Ryûkyû” (Ryûkyû hakkei -琉球 八景) de Hokusai, es la
titulada "Resplandor del atardecer en Jungai" (Jungai sekishô -筍
崖 夕照,). En ella se representa el sitio del actual santuario sintoísta de Naminoue-gû
(波 上 宮 - なみのうえぐう).
Este santuario cuyo
nombre significa literalmente “Santuario sobre las olas” (Nanmin en uchinaguchi - 波 上,), originalmente era
un espacio sagrado (utaki -御嶽) de la
religión nativa de Ryûkyû (So-Sen-Su-Hai -祖先崇 拝 – “Adorar y respetar a los
antepasados”)
Los utaki son lugares sagrados que al igual
que en el Shinto, se ubican en espacios naturales como una pared o un
afloramiento rocoso (como en el caso de Nanmin), un pequeño bosque, una cueva….
Generalmente una piedra grande o un árbol marcan el centro de un utaki y allí se colocan quemadores de
incienso (senko) y plataformas para
las ofrendas.
Sefa Utaki es el sitio más sagrado de Okinawa, (Chinen, 2008) |
Es un lugar donde las
deidades (Kami -神) descienden para
comunicarse a través de una sacerdotisa (noro
- 祝 女) que oficia las ceremonias. Esta accede de manera exclusiva al
lugar sagrado, que no suele presentar ningún tipo de construcción pero que
puede estar delimitado por un pequeño muro de piedra.
Representación de Noro. Museo de la Prefectura de Okinawa. (Naha, 2019) |
Algunos utaki importantes si están asociados a alguna
modesta construcción, otros a alguna de
estilo chino o estar anexos a un templo shinto, como ocurre en Naminoue, pues
tras el edificio principal (honden) del actual templo, aún se mantiene el utaki original consistente en un pequeño
afloramiento calizo y un murete de piedra.
No
se tiene una fecha exacta del inicio de la devoción por este utaki, pero su belleza natural, su
ubicación extraordinaria y su acantilado, que alberga cuevas con tumbas
correspondientes al periodo Jomon Tardío (2.500 – 1.000 a. C), hace pensar que
fue un lugar especial desde que fue descubierto por el hombre.
Una leyenda cuenta
que un pescador encontró una misteriosa piedra a la que empezó a orar y desde
entonces fue afortunado en la pesca. Pero los kami le quitaron la piedra y a partir de entonces el sitio del
hallazgo se convirtió en un lugar donde comunicarse con ellos, y fue conocido
como Namin.
Ya
en época histórica, en un antiguo poema de Ryûkyû incluido en el Omoro
Sôshi (植物園草紙), una compilación de poemas
y canciones fechado entre 1531 y 1623, se menciona la existencia de la piedra
sagrada del utaki.
Quizás la impresión
que da este acantilado de adentrarse en el mar es lo que hizo que fuese
dedicado a Nirai Kanai la isla origen de la vida y en donde descienden los
dioses periódicamente para repartir sus bendiciones, siendo el origen de todas
las cosas buenas (fuego, arroz, herramientas…) y malas (insectos, ratas…). En
Okinawa, más que en los cielos, se concibe a los dioses más allá del mar, a lo
que alude el término Nirai Kanai, pues del mar viene su sustento. Así desde este
enclave se podía entrar en conexión con la mística isla.
Acantilado de Naminoue (Naha, 2003) |
Una de las
referencias históricas más antiguas al santuario de Naminoue es cuando se le
asoció el templo budista Naminoue-san Gokoku-ji (波 上山 護国寺, "Templo para
la Protección del País de la Montaña Naminoue") fundado en 1367 por Raijû
, un monje de la provincia japonesa de Satsuma, hecho registrado en el Ryûkyû-koku
yûrai-ki (琉球 国 由来 記, "Registro del
origen del reino de Ryûkyû).
El santuario con el
tiempo se convirtió en el más importante de Ryûkyû, con visitas anuales del rey
para pedir la paz y la prosperidad del reino. En una época de gran expansión
comercial marítima, se consagró a los kami
del mar, para garantizar una segura y prospera navegación.
Fue registrado
oficialmente como principal santuario en 1605, en el Ryūkyū Shintō-ki (琉球 神道 記
Registro de Ryūkyū Shinto) por el monje japonés de la secta budista Jôdô Taichū
Ryôtei que vivió en Naha entre 1603 y 1606.
Antonio Ávila
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