Ya
dijimos en un anterior artículo (http://malagagojuryu.blogspot.com/2020/08/ocho-vistas-de-ryukyu.html) que
el maestro Hokusai había utilizado como modelo para la serie de paisajes “Ocho vistas de
Ryûkyû” (Ryûkyû hakkei -琉球 八景) los grabados de la
obra china de Zhou Huang titulada “Breve Historia del Reino de Ryûkyû” de
1757, reeditada en 1831.
Las
imágenes originales impresas en blanco y negro, fueron coloreadas por Hokusai,
algo modificadas y con nuevos elementos, ausentes en el original.
El santuario de Naminoue, retratado por Zhou Huang tomó como
base el existente tras la reconstrucción de que fue objeto después del incendio
sufrido en el año 1633, lo que también indica que se habían erigido
construcciones típicas de un recinto shinto, aunque su adhesión a la religión
local aún fuera muy fuerte. Un elemento característico de los santuarios shinto
(jinja -神社) es el torii (鳥居), la
puerta o el arco que indica el inicio del espacio sagrado y que ya es
representado en el grabado original.
Actual torii de entrada al recinto (2008) |
Al igual que el grabado de la
obra de Zhou Huang retrata un paisaje que evoca la cercanía de Ryûkyû con
China, tanto en el dibujo como en las construcciones, las variaciones
introducidas por Hokusai tratan de mostrarlo como un reino lejano y exótico,
pero a la vez más cercano a Japón.
Para
ello introduce elementos “intercambiables” entre las culturas local, china y
japonesa. Por ejemplo los tejados de estilo irimoya,
los vemos hoy como típicamente japoneses, pero este es un estilo que penetró en
Japón a partir de las construcciones budistas chinas.
Los
barcos de pesca no son característicos del lugar, más bien japoneses, pero en
cualquier caso no muy diferentes a los modelos que por esas aguas se
utilizaban.
Antigua foto de barcas de pesca entrando al puerto de Naha |
Barcas de pesca (Museo de la Prefectura de Okinawa), 2019 |
El recinto del santuario está
rodeado por una construcción de mampostería que le da sustento y actúa como
muro protector de los elementos. Hokusai recrea su mampostería, y aunque lo más
probable es que no tuviese una clara información de las construcciones de
Ryûkyû, y lo hiciese como aparece en otros dibujos suyos, el efecto es similar al
estilo tradicional de la zona llamado “aikatazumi”.
Aparejo aikatazumi. Castillo de Shuri, 2003. |
Un “ingrediente” que da un
sabor exótico a la estampa es la forma inusual en Hokusai del cartucho, donde
incluye el título original chino en cuatro caracteres, el nombre de la serie y
la firma del autor, y que recuerda a una especie de abanico chino, o a los usados
también en danzas de Ryûkyû o portados por personajes como "Miruku".
Representación de Miruku con abanico. Shuri, 2008. |
En cuanto al tratamiento general
del paisaje vemos elementos propios de Hokusai aunque a veces atenuados por el
respeto a la imagen original, como el punto de vista elevado o el obligado
pequeño tamaño de las figuras humanas.
Antonio Ávila
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